Hola a todos
El asunto de este hilo era el título de la actividad de ayer en la SEI de Madrid. Llegué un poco tarde, con un cierto interés tanto por el innegable atractivo que ofrecía el protagonista como por saber como se enfocaría la actividad.
Cuando llegué la actividad estaba iniciada y la lideraban los que podríamos llamar "los cuatro magníficos" (José Luis Ballesteros, Ede Martin, Felipe Otero y Rafael Clemente)
Me llamó mucho la atención que el aforo no fuera tan numeroso como otras veces lo cual me permitió sentarme en primera fila de lo que parecía un multiconferencia.
Nada que ver con una conferencia, era una especie de charla donde los 4 destacados iban compartiendo sus recuerdos y vivencias con el P. Ciuró, frecuentemente participaban algunos maestros como Camilo Vazquez o Carlos Muro, se contaron anécdotas, se hizo magia, se compartió, nos divertimos y yo, disfruté de lo lindo.
Al final Jose Luis nos dejó tocar algunos de los útiles originales del P. Ciuró como sus cubiletes.
Me fui a casa con la sensación de ser un privilegiado, con la sensación de haber compartido un rato con el mismísimo Ling-Kai-Fu, de haber pasado un rato realmente mágico.
Sólo me queda dar la enhorabuena a los 4 magníficos, a todos los que pudimos presenciarlo y a los organizadores.
Un saludo
El asunto de este hilo era el título de la actividad de ayer en la SEI de Madrid. Llegué un poco tarde, con un cierto interés tanto por el innegable atractivo que ofrecía el protagonista como por saber como se enfocaría la actividad.
Cuando llegué la actividad estaba iniciada y la lideraban los que podríamos llamar "los cuatro magníficos" (José Luis Ballesteros, Ede Martin, Felipe Otero y Rafael Clemente)
Me llamó mucho la atención que el aforo no fuera tan numeroso como otras veces lo cual me permitió sentarme en primera fila de lo que parecía un multiconferencia.
Nada que ver con una conferencia, era una especie de charla donde los 4 destacados iban compartiendo sus recuerdos y vivencias con el P. Ciuró, frecuentemente participaban algunos maestros como Camilo Vazquez o Carlos Muro, se contaron anécdotas, se hizo magia, se compartió, nos divertimos y yo, disfruté de lo lindo.
Al final Jose Luis nos dejó tocar algunos de los útiles originales del P. Ciuró como sus cubiletes.
Me fui a casa con la sensación de ser un privilegiado, con la sensación de haber compartido un rato con el mismísimo Ling-Kai-Fu, de haber pasado un rato realmente mágico.
Sólo me queda dar la enhorabuena a los 4 magníficos, a todos los que pudimos presenciarlo y a los organizadores.
Un saludo