Pero esta vez no con ilusionismo. Os voy a decir tres trucos mágicos de cosmética que le van a alucinar, porque no todas las mujeres los conocen, y sin embargo son superiores a todo ese universo de cremas y potingues carísimos que se compran. Cuando se lo digáis se sorprenderán, y cuando lo prueben, más todavía. Es otra forma de sorprender pero sin secreto mágico. Yo se lo he dicho a alguna y ha alucinado, sobre todo porque estamos hablando de algo que les interesa muchísimo, porque el que sepamos cuál es la carta que eligió,... la verdad, en el fondo les da un poquito igual.
1) Mascarilla de aspirina.
Se compra aspirina de la más barata. Se ponen dos o tres aspirinas entre los pliegues de una servilleta para pulverizarlas a base de pegarle con algo contundente (puede servir un martillo o cualquier objeto que las rompa). Entonces se pasan a un platito pequeño y se les añade un poquito de agua para formar una pasta (no demasiada agua).
Se pone esa pasta por la cara o el dorso de las manos y se deja unos minutos. Después es muy fácil de quitar con agua, y además los granitos de aspirina sirven de exfoliante perfecto (quitar pielecillas muertas).
Los resultados son asombrosos, mágicos, por esas propiedades increíbles del ácido acetilsalicílico.
2) Aloé Vera directamente de la planta.
Una crema impresionante, más potente que todas las basadas en el famoso Aloé Vera, y que por 6 euros que te puede valer la planta tienes para dos meses o más. Es decir, la crema mejor y más barata del mercado.
Te compras en cualquier tienda de plantas una planta de Aloé Vera (es la de la foto de abajo). Cortas con un cuchillo de sierra una de las ramas por su base (elegir la rama que salga de más abajo e ir subiendo a medida que se corten las siguientes). Esa rama sirve para muchas aplicaciones y entre tanto se guarda en el frigorífico, cubriendo el corte con un papel de plástico para envolver alimentos.
Para aplicársela se corta un trocito por la base. A ese trocito se le cortan los laterales (lo que pincha), y se le rebana la parte de abajo (la parte de arriba no, porque es de donde se sujeta al aplicársela). Quedará al descubierto el interior, que es húmedo, brillante y con aspecto mocoso. Eso tienen que aplicárselo por la cara, usando el corte de la planta como si fuera una toallita.
La sensación es que te queda la cara pegajosa, como con baba de caracol, pero a los pocos minutos se seca, desaparece esa sensación y queda muy suave.
3) Aceite de Jojoba como crema hidratante.
El precio es de unos 8 euros, se compra en cualquier parafarmacia y es una de las mejores cremas hidratantes para por la mañana o por la noche. Aunque suene raro, también sirve para el pelo.
Y por supuesto, para los hombres también sirve todo lo anterior, aunque a nosotros no nos molesta tanto el estado de nuestra piel; sin embargo para ellas es una de sus prioridades.