Anoche estaba esperando el autobús en una parada más o menos solitaria. Llegué con las cartas en la mano, ensayando compulsivamente.
Había tres tipos. Asustados me preguntaron que si no sería yo el asesino de la baraja, que como se me ocurría ir con cartas en una parada de autobús.
Tuve que convencerles que era mago, con un jueguecillo y se quedaron más tranquilos.
Así que amigos será mejor que no ensayemos en ciertos lugares.
Había tres tipos. Asustados me preguntaron que si no sería yo el asesino de la baraja, que como se me ocurría ir con cartas en una parada de autobús.
Tuve que convencerles que era mago, con un jueguecillo y se quedaron más tranquilos.
Así que amigos será mejor que no ensayemos en ciertos lugares.