El amigo Carlos, en otra parte de este foro, habla de una mala situación que le ocurrió en una fiesta con animales sueltos... digooo,... niños y de cómo terminó todo aquello.
Bueno, leyéndolo se me pusieron los pelos como alcayatas (escarpias, vamos) pensando que eso me podría haber ocurrido a mí. Pero claro, los caminos del Señor son inescrutables y me imagino que la comida volando no es la peor de las situaciones. Así que sería curioso que los Inquietos contaran sus situaciones más problemáticas, para saber qué es lo que nos espera más allá de estas puertas cibernéticas. Por supuesto con su moraleja y aprendizaje, ya que si se cuenta esto no es para echar unas risas (que también :p ) sino para saber qué hacer en esas situaciones.
Por mi parte, para empezar, no es una cosa tan grave como lo de la comida pero me dejó con la cara roja como un tomate. Fue en mis principios, cuando le daba más que nunca a las cartas. En una reunión, me puse a hacer juegos a la gente y, para finalizar, se me ocurrió hacer un juego automático que acababa de aprender el día anterior y que suponía un gran efecto. Nada, en ese momento la labia estaba suelta y vestí (bastante bien, debo decir) el juego. Cuál fue mi sorpresa cuando ocurrió que no me salía, y no me salía, y no me salía... para qué fue aquello. El caso es que la solución la encontré después cuando me di cuenta de que la carta estaba aún en poder de la voluntaria. Desde entonces me cuido más de observar todos los detalles y de lo que hace la gente. Una buena solución era agudizar el oído, porque si hubiera escuchado las risitas me hubiera dado cuenta antes . Qué se le va a hacer.
Venga, a colaborar, a colaborar.
AlexeiKee :0
P.D.: Ahora que recuerdo, hubo otra cosa. Cuando en las páginas de principiantes dicen que NO repitas un juego lo dicen por algo. Ahí queda.
Bueno, leyéndolo se me pusieron los pelos como alcayatas (escarpias, vamos) pensando que eso me podría haber ocurrido a mí. Pero claro, los caminos del Señor son inescrutables y me imagino que la comida volando no es la peor de las situaciones. Así que sería curioso que los Inquietos contaran sus situaciones más problemáticas, para saber qué es lo que nos espera más allá de estas puertas cibernéticas. Por supuesto con su moraleja y aprendizaje, ya que si se cuenta esto no es para echar unas risas (que también :p ) sino para saber qué hacer en esas situaciones.
Por mi parte, para empezar, no es una cosa tan grave como lo de la comida pero me dejó con la cara roja como un tomate. Fue en mis principios, cuando le daba más que nunca a las cartas. En una reunión, me puse a hacer juegos a la gente y, para finalizar, se me ocurrió hacer un juego automático que acababa de aprender el día anterior y que suponía un gran efecto. Nada, en ese momento la labia estaba suelta y vestí (bastante bien, debo decir) el juego. Cuál fue mi sorpresa cuando ocurrió que no me salía, y no me salía, y no me salía... para qué fue aquello. El caso es que la solución la encontré después cuando me di cuenta de que la carta estaba aún en poder de la voluntaria. Desde entonces me cuido más de observar todos los detalles y de lo que hace la gente. Una buena solución era agudizar el oído, porque si hubiera escuchado las risitas me hubiera dado cuenta antes . Qué se le va a hacer.
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P.D.: Ahora que recuerdo, hubo otra cosa. Cuando en las páginas de principiantes dicen que NO repitas un juego lo dicen por algo. Ahí queda.
La gente desaprovecha el 50% de su poder mental, yo soy un superdotado, desaprovecho el 100%
jotamagic@damainquieta.com
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