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Hola, holita.
Desde mi modesta opinión los conocimientos de los maestros (en todos los campos) pasan a ser verdades indiscutibles cuando son eso, verdades y además indiscutibles. Me explico. Para ser verdad, necesita ser demostrada o al menos, debe ser demostrada la imposibilidad de su contrario; esos maestros han demostrado que sus teorías funcionan y en la medida que nadie pueda refutarlas se convertirán en verdades absolutas.
Otra cosa es que la verdad se presente a si misma como universal, con imposibilidad de dudar de ella, lo cual producirá un estancamineto del conocimineto. No ´se quien pero alguien dijo:
"a la vez que enseñas, enseña a dudar de lo que enseñas"; ese seguro que fue un gran maestro.

Por otro lado, con especto a la participación infantil; los niños tienen un tiempo de atención limitado, tanto más cuanto más pequeños sean. Si se cambia de actividad o el foco de la atención, se pone su contador a cero y vueta a empezar. no aguantarán una hora seguida mirando al mismo punto del escenario, pero si tienen que responder al mago (que ya es participar como dice el maestro Daroca), si tienen que estar pendientes de levantar la mano, de ser elegidos o no,... Tampoco, en mi opinión, creo que se deba convertir el espectáculo de magia infantil en un desfile de voluntarios pues también se desviará en exceso la atención.

Ala, Javi dixit. Abrazos pa'tos.

Yo desde mi humilde posición también soy partidario de cuestionar las verdades establecidas.

Soy científico (alguno os dirá que no soy más que un proyecto por estar estudiando aún, ni caso) y el tema me toca de cerca. Bueno, me habéis pillado con ganas así que os voy a meter un poco de rollo. Se siente.

Newton llegó un día y dijo:

- ¡Andanda qué bufanda! Acabo de descubrir una teoría sólida que explica toda la mecánica del universo. Todos los experimentos concuerdan y las ecuaciones están bien hechas así que lo he debido de hacer bien.

Y durante muchos años la gente quedó maravillada con toda esa teoría, hoy conocida como "mecánica newtoniana", porque vio que siempre siempre siempre se cumplía y les sirvió para construir edificios, mandar cohetes a la luna y un montón de cosas más.

Ahora bien. Después de mucho tiempo llegó otro tío que se llamaba Einstein y dijo:

- Pueeeees... estoooo... parece que la mecánica que tenemos no cuadra con el comportamiento de un fotón.

Y entonces se tuvo que hacer toda una nueva teoría que explicara todos estos fenómenos que hasta aquel momento habían pasado inadvertidos. Esta teoría también gustó mucho porque era sencilla, permitía explicar algunas aparentes contradicciones que se dan en el universo a escala subatómica y además era tremendamente fascinante. Hoy la conocemos como "mecánica einsteniana". Sin embargo la mecánica newtoniana se sigue empleando a pesar de que Einstein demostró en su día que todo aquello no era correcto del todo.

¿Y entonces cómo nos las apañamos los físicos para manejarnos a la vez con dos teorías contradictorias? Pues muy sencillo. En cada caso es más apropiado emplear una otra. Para saber cuál de las dos es mejor en cada momento hay que comprender ambas perfectamente para poder aplicar un criterio y llegar a una solución.

Resumiendo. De toda esta movida que acabo de soltar y que no parece venir mucho a cuento quedaos con:

- Acepta las teorías establecidas a menos que dejen de funcionarte. Ahora bien, no empieces a contradecir a la voz de la experiencia a no ser que sepas lo que haces. Yo ahora mismo no me pongo a desmontar a Einstein. Si llevas dos meses en la magia es difícil que contradigas a Ascanio con verdaderas razones.

- En caso de que las cosas dejen de funcionarte es posible que estés a punto de hacer un gran descubrimiento. Nunca hay que cerrarse a nuevas posibilidades ni aceptar verdades absolutas. Si notas que algo falla debes preguntarte por qué. De esta manera te obligas a buscar una solución al problema, lo que te puede conducir a tener ideas innovadoras.

- De todas las teorías que hay uno debe ser capaz de tener criterio para saber cuál de ellas aplicar en cada caso concreto. Para ello no hay nada mejor que pararse a pensar con calma.