Pues tienes mucha razón, Arcano. Una cosa es que al estilo de un mago concreto no le vaya la varita mágica, pero hay como una moda de no usarla, y que parece que el que la usa es raro, que se cree Harry Potter o algo así, a no ser -como dices- que la necesite para ocultar algo en la mano.
Yo soy partidario de esas tonterías: varita mágica, salerito mágico, palabras mágicas, péndulo, bola de cristal para adivinar una carta, gema para apretarla y que te cargue de poder para obrar un prodigio, estatuilla de un diosecillo chino, talismán, colgante que cuando se lo pone el espectador tiene poderes, velita para invocar a un espíritu para que obre el prodigio, libro antiguo que abres para recitar un hechizo, varita mágica miniatura muy graciosa, mariposita de cristal para moverla de un sitio a otro y provocar un pasa-pasa, arquita para introducir la baraja y que al sacarla le haya pasado algo o la carta esté en determinado sitio-, runas para echarlas y adivinar la carta, campanita para llamar a una carta a que se ponga la primera, campanita que si la hace sonar un espectador adivinas su carta escuchando el sonido, fraquito oriental de perfume que al olerlo el espectador tiene el poder para hacer algo, palillos chinos a modo de dos varitas para tocar algo, manto de invisibilidad: un paño con estrellitas con el que cubres un paquetito y al quitarlo ya no está la carta, aunque no haga falta para nada el paño...No me acuerdo de más ahora.
Ya sé que la gente no es tonta y que no se va a creer que eso es verdad, pero es que en ese plan que ningún mago haga pases mágicos -que tampoco se los va a creer nadie-, y a partir de ahora llamemos trucos a los juegos, porque hay que ser sinceros en todo salvo en decir cómo se hace. Además, o sea, ¿que la Magia con la varita mágica no es creíble y el Mentalismo si? ¿No estamos llamando también "tontos" al público atribuyendo los efectos a nuestro poder mental? Si éso es válido, son válidas todas las presentaciones, que es lo que yo creo, y siempre que se sepa que todo es mentira, pero que jugamos entre todos a que sí que existe, como los niños juegan a espadachines.
Yo creo en la fuerza de la presentación, de recrear mundos imposibles que el espectador sabe muy bien que son ficticios, pero que juega con el mago a éso. Es que éso es el Arte ¿no? transportar a la gente a sitios y momentos que no existen en su realidad inmediata. En las últimas décadas estamos actuando mucho en plan de "mira lo que hago", y es como invitar al público a que reaccione diciendo: "¿Cómo lo hace?", que es la peor reacción, creo. Cuando vamos al cine nos sumergimos en la película, no es una exhibición de efectos de ordenador o de habilidades de interpretación; en el teatro, igual; en la pintura, igual; en la literatura, igual, pero en la Magia parece que ya no...No sé...La única parcela donde se conserva el encanto de una explicación sobrenatural es el Mentalismo, como digo. Necesitamos más varitas