Hombre, por fin alguien con un par (o con dos pares, contando los dos astrales).
Me parece muy bien, Manolo, una propuesta española que puede prosperar por su coherencia y porque la mayoría de los magos entiendan que favorece a la magia.
Desde luego, esa transparencia solucionaría muchas cosas. Me gustaría también que hubiera un órgano superior al jurado, al que acudir ante irregularidades; no para pedir una segunda puntuación pero sí para quejarse de cosas y detallitos, y que apoye o desacredite públicamente al jurado si ha cometido una irregularidad explicando el porqué en cada caso, una especie de Tribunal de Estrasburgo pero en magia e incardinado en la misma FISM o en la organización del congreso o premio que sea, compuesto por miembros de honor y relevándose continuamente. Por ejemplo, si a alguien se le cambia gratuitamente de especialidad, pues se eleva la queja y el organismo superior pone orden, y si es preciso se emiten nuevos resultados y premiados aunque sea más escandaloso, pero también sería más bonito por hacer justicia.
También sería interesante recoger una colección de quejas que se han producido en años anteriores, para estudiar cómo evitarlas si se volvieran a dar. Por ejemplo, un mago que desarrolla su juego sobre la mesa y le coge la cámara en plano general, pues se podría solucionar haciendo que la solicitud de que la cámara coja la mesa sea un derecho que se puede solicitar incluso por escrito, de tal modo que si se viola haya una base para impugnar o pedir una indemnización económica, porque menuda faena. O que si se ha dado lo del cambio de especialidad, pues que figure en el reglamento expresamente la prohibición de cambiar a alguien de especialidad para repartir paternalistamente los premios a todos los que "los merecen". También, puesto que a veces determinados concursantes son favoritos del jurado por razones no mágicas, pues que la selección del jurado se haga de la manera más heterogénea posible: personas de distintos continentes, países, comunidades autónomas o de distintos estilos o escuelas mágicas, que no tendrían tantos pelos en la lengua para denunciar el hecho comentándolo a la prensa mágica, foros o blogs. A mí me gustaría incluso que hubiera dos miembros especiales del jurado, compuestos por el voto de los magos asistentes, y otro de público profano.
Venga, pues a darle forma y publicidad, porque la mala sensación que muchos magos tienen actualmente, necesita un líder para canalizarla, y muchos pueden ver esta iniciativa con muy buenos ojos. Al ataqueerrr