Móvil: 691 18 06 49
jajajaja eres un crack gustavo
Lo que te pasa es normal, o por lo menos a mí también me pasa. ¿Te puedes creer que tengo mucho material tanto libros, como DVDs como utensilios varios que ni he mirado? Material que he mirado por encima y lo he dejado después sin volver a verlos. Incluso que los vuelvo a coger y me vuelven a aburrir.
Esto creo que se debe a varias cosas:
1. Saturación de información: hoy día, y sobre todo con las nuevas tecnologías y el avance en el nivel de vida, es mucho más fácil conseguir material mágico, tanto que a veces nos saturamos: tenemos demasiado. Al principio, cuando solo tienes un libro o un DVD (o una caja de magia) y muchas ganas de aprender, lo devoras de cabo a rabo y lo relees o lo remiras hasta sacarle todo el jugo. Pero luego, cuando aumentas la cantidad de material, ya lo tomas con más desgana. Es como le pasa a los "pijos": tienen tanto, que no lo aprecian.
2. No encuentras lo que buscas porque no sabes lo que quieres: ante tanto material, vas leyendo por encima o viendo por encima, pero nada te convence. Es como si quisieras siempre otra cosa y nada te parece conveniente. Al principio no te pasaba eso: aprendías un juego y lo practicabas fuera el que fuera (si era el de los tres montones como si era uno con carta corrida). Ahora no, todos te parecen aburridos o poca cosa o poco efectistas.
3. Te ilusionas más con el secreto que con el juego en sí: a veces nos aburrimos con los libros o DVDs porque una vez conocido el secreto de los juegos nos desanimamos de practicarlos (nos da pereza), y en seguida nos enganchamos a otro juego que, igualmente, una vez conocido su secreto nos deja de gustar, y así vamos de uno en otro sin aprender a hacer ninguno. Nos acostumbramos a aprender los trucos y no a hacer juegos. En este caso hay que plantearse seriamente si lo que nos gusta ahora (no cuando empezamos, sino ahora mismo) es HACER magia o calmar cierta curiosidad intelectual de saber los secretos de los trucos.
Como decía, a mí me pasa a veces, pero también he visto el remedio: hacer juegos de magia. Normalmente, cuando pasa esto, también vas dejando de hacer magia a la gente (porque normalmente tu público es más o menos el de tu círculo de conocidos, y como no aprendes a hacer juegos nuevos, pues dejas de hacerles magia). Pero cuando, por lo que sea (nuevos amigos, nuevos compañeros, gente nueva a la que le haces los juegos que sabes "de siempre"), vuelves a sentir la emoción de ver a la gente asombrada con lo que haces, retomas el interés y es el momento de reengancharse a la práctica, el ensayo, aprender a hacer juegos. Pero para no recaer en lo anterior, lo mejor es decidirse por qué quieres aprender exactamente y centrarte en eso en vez de picotear aquí y allí en este libro o en aquel DVD.
Esto creo que se debe a varias cosas:
1. Saturación de información: hoy día, y sobre todo con las nuevas tecnologías y el avance en el nivel de vida, es mucho más fácil conseguir material mágico, tanto que a veces nos saturamos: tenemos demasiado. Al principio, cuando solo tienes un libro o un DVD (o una caja de magia) y muchas ganas de aprender, lo devoras de cabo a rabo y lo relees o lo remiras hasta sacarle todo el jugo. Pero luego, cuando aumentas la cantidad de material, ya lo tomas con más desgana. Es como le pasa a los "pijos": tienen tanto, que no lo aprecian.
2. No encuentras lo que buscas porque no sabes lo que quieres: ante tanto material, vas leyendo por encima o viendo por encima, pero nada te convence. Es como si quisieras siempre otra cosa y nada te parece conveniente. Al principio no te pasaba eso: aprendías un juego y lo practicabas fuera el que fuera (si era el de los tres montones como si era uno con carta corrida). Ahora no, todos te parecen aburridos o poca cosa o poco efectistas.
3. Te ilusionas más con el secreto que con el juego en sí: a veces nos aburrimos con los libros o DVDs porque una vez conocido el secreto de los juegos nos desanimamos de practicarlos (nos da pereza), y en seguida nos enganchamos a otro juego que, igualmente, una vez conocido su secreto nos deja de gustar, y así vamos de uno en otro sin aprender a hacer ninguno. Nos acostumbramos a aprender los trucos y no a hacer juegos. En este caso hay que plantearse seriamente si lo que nos gusta ahora (no cuando empezamos, sino ahora mismo) es HACER magia o calmar cierta curiosidad intelectual de saber los secretos de los trucos.
Como decía, a mí me pasa a veces, pero también he visto el remedio: hacer juegos de magia. Normalmente, cuando pasa esto, también vas dejando de hacer magia a la gente (porque normalmente tu público es más o menos el de tu círculo de conocidos, y como no aprendes a hacer juegos nuevos, pues dejas de hacerles magia). Pero cuando, por lo que sea (nuevos amigos, nuevos compañeros, gente nueva a la que le haces los juegos que sabes "de siempre"), vuelves a sentir la emoción de ver a la gente asombrada con lo que haces, retomas el interés y es el momento de reengancharse a la práctica, el ensayo, aprender a hacer juegos. Pero para no recaer en lo anterior, lo mejor es decidirse por qué quieres aprender exactamente y centrarte en eso en vez de picotear aquí y allí en este libro o en aquel DVD.
Prefiero que me llamen Andrés, Serdna es solo un nick para registrarme en el foro.
Creo que en todas las actividades humanas se producen altos y bajos en el grado de interés. En el momento que lo escribiste, seguramente estabas abajo. Pero eso te habrá servido para tomar impulso e imagino que ahora estarás nuevamente en la cima. Es normal, gonzalo.
Ideas generan ideas.
¿Quién está conectado?
Usuarios navegando por este Foro: No hay usuarios registrados visitando el Foro y 12 invitados