CONFERENCIA PERFORMANCE
Por Miguel Puga
“magomigue”
La primera actividad de “HocusPocus Festival” ya ha tenido lugar en la Universidad de Granada. Consistió en una charla / espectáculo en dos actos:
“Arte, es decir, Magia” impartida por Juan Cabrera, doctor en pintura de la Facultad de Bellas Artes de Granada
y
“Magia, es decir, Arte” impartida y actuada por Miguel Puga
Espero que os guste. Si tenéis cualquier comentario o sugerencia al respecto, pues tenemos intención de realizar esta experiencia en más ocasiones, podéis enviárnoslas a la siguiente dirección de correo:
artemagia@aespectaculo.com
Lo que allí enviéis, nos llegará a Juan Cabrera y a mi. Por supuesto también se puede usar este foro.
Si quieres saber más visita
www.hocuspocusfestival.com
Un abrazo a todos. Hasta pocus.
sumario de la charla impartida por miguel puga "magomigue"
el 24 de MAyo de 2002 en la Facultad de Bellas Artes de Granada
MAGIA, ES DECIR, ARTE
por Miguel Puga
“Dinos Maestro, ¿qué es el arte?”
“¿Queréis oír la respuesta de los filósofos o la de los hombres ricos que decoran sus habitaciones con mis cuadros? ¿o acaso queréis oír la respuesta del rebaño que bala, oralmente y por escrito, ya la alabanza, ya el vituperio de mi obra?”
“No, Maestro, queremos oír tu propia respuesta.”
Tras un momento de reflexión, Apolonio respondió:
“Cuando veo, oigo o siento algo que otra persona ha hecho, y cuando soy capaz de descubrir en la huella que ha dejado su inteligencia, sus intenciones, sus aspiraciones, su lucha,, eso es para mí arte.”
I.Gall., “Theories of Art”, pág. 125
“El fin no es la reproducción fiel de la naturaleza, sino la creación de una ilusión óptica. Un engaño por el puro deseo de engañar. El pintor disfruta del engaño, y el espectador se deja engañar conscientemente, como si presenciase los trucos de un mago…”
Bruno Ernst “El espejo mágico de Escher” pág. 5
El arte tiene truco. Aunque no me gusta este término ayuda a comprender fácilmente. El arte tiene doble fondo: lo que se ve, lo que queda, lo que sucede, y por detrás, la intención del artista, el proceso de creación, quizás la casualidad o la causalidad, vaya usted a saber. El arte es un gran juego de magia. Y la magia es el origen del arte. Lo mágico surge de lo inexplicable, que en un principio estaba íntimamente unido a lo religioso. El origen de la magia se confunde con el mismo origen del arte, de la ciencia y de la religión. La pintura y la escultura son juegos de magia: mira un trozo de tela en blanco, ¡zas! Ya no lo ves, ahora es un ángel que quiere salirse del lienzo volando hacia ti, y así lo percibes. Magia. Mira, un poco de barro ¡zas! Ya no lo ves, ahora es un caballo con un solo cuerno de añil. Magia. Pero tiene truco. El tema de la magia es el gran tema de lo artístico.
El tema de la magia ha seguido repitiéndose a lo largo de la historia de la pintura una vez que ésta se independizara del mundo del encantamiento, y dejara de ser instrumento y apoyatura visual a la realización del rito. Miles de ejemplos desde el Bosco a los surrealistas pasando por el realismo mágico de Escher o Rene Magritte lo confirman.-
Reencuentro en esta facultad de bellas artes, o artes bellas, de dos actividades en las que se hallan los orígenes de prácticas artísticas de tanta importancia como es el cine. El cine es un invento de los magos. Lógico: ¿no es acaso uno de los mejores juegos de magia que existen? En el cine podemos viajar a la Luna, siempre mágica. En el cine podemos ver a un ser humano convertido como por arte de “birlibirloque” en un superhéroe que vuela y puede ver a través de los objetos opacos. En el cine podemos ver a la chica de nuestros sueños, o al hombre de nuestras pasiones, mirándonos directamente a los ojos “susurrando palabras de amor”, como en la canción. En el cine podemos vivir la angustia de los pasajeros de un buque naufragado en un helado piélago. En el cine podemos reírnos de las desgracias de los demás como de las nuestras. En el cine podemos viajar del Nepal a Australia, sentir la era romana o predecir nuestro futuro más lejano. En el cine. Pero ¿sabían ustedes que el cine es un invento de los magos? Sé que me repito. Pero no me harto. Y la historia me da la razón. Pero esa es otra historia.
Además la magia es deseo. Todos hemos deseado en algún momento de nuestras vidas ser ilusionistas, poder transformar nuestra realidad e incluso hacerla desaparecer. La magia apela a la imaginación y a la inteligencia del público. La actuación mágica se produce en un contexto de interacción social. La magia convierte al espectador en “espectautor”, pues para que se produzca el hecho mágico el individuo debe tomar parte activa en el mismo. Esto es para mí, lo que diferencia e identifica a nuestro arte de cualquier otro. Pero, al igual que en el caso de la pintura, nos encontramos con una práctica que hace ya tiempo abandonó el mundo del encantamiento, que es un mundo de miedos .
Es paradójico pensar que la magia ha abandonado su propio origen. Los magos ya no dan miedo. El arte actual tampoco. El origen de la magia es el miedo: a lo desconocido, lo paranormal, a nuestra ilimitada imaginación. Pero hoy día los artistas tan sólo entretenemos, ya no damos miedo. Incluso el carácter fuertemente simbólico de la mayoría de nuestras manipulaciones, así como la de los objetos que utilizamos (sobre todo los naipes como representaciones directas de los deseos: amor, fuerza, riqueza y fortuna), queda relegado a un segundo plano. La manipulación del objeto permanece reducida a un simple juego, a una reivindicación del gesto en cuanto a tal. Como un cuadro que tan sólo sirve para decorar un salón. Más decoro, mejor soy. Más lleno un teatro, mejor soy. ¿Y nuestros miedos? El verdadero artista no deja impasible a nadie. Ni él ni su obra. Aunque a veces se vislumbra el doble fondo de nuestras artes. A veces, la magia descoloca la razón y eso es algo. A veces, un cuadro se resiste a ser colgado en un chalet adosado, y eso es algo. A veces.
El truco del arte no está en las manos, ni en la baraja, ni el lienzo, ni en la técnica, sino en la mente, en el cerebro del espectador. Quien maneje ese aparato, nada sospechoso de trucaje alguno, porque está lejos de las manos del mago-artista, porque no lo ha tocado antes de la función, ni lo ha traído de casa, y sobre todo, porque el espectador cree siempre que lo tiene bajo su control, pasará por artista-mago. Podrá así realizar el milagro de la obra de arte, que tan sólo sucede en la mente de quien lo percibe.
El arte está en la mente. La magia vive en la mente. El arte es demente. De mente.
En una época en la que lo trascendente ya no lo es y los valores se transforman en Internet, el único miedo del que podemos aprender algo es del miedo a jugar: tenemos miedo a jugar; al juego por el juego. Quizás porque nos sentimos ridículos con nariz de payaso. Miedo al ridículo de descubrir que estamos desnudos ante el arte. El arte es juego. La magia es juego. Juguemos a reinventar vidas, colores, sensaciones. El juego provoca. Puede herir sensibilidades. Da risa, que es otra de las caras del miedo. He conocido a mucha gente que siente pudor, pavor tan sólo cuando le pido que piense en una carta. Pudor al ridículo de sentirse observado. Pavor de que la adivine. Y opuestamente sienten atracción a lo desconocido, porque desean que suceda así. El arte debe provocar desequilibrios emocionales.
Así Marcel Duchamps (1887-1968), fue capaz poner bigotes a la Gioconda riéndose de su propio arte y a la vez generándolo. Llegado un momento determinado de su vida, prefirió refugiarse tras un tablero de ajedrez, llegando a obsesionarse con un juego, también aparentemente tan gratuito y tan cerrado sobre sí mismo: “El mundo de los jugadores de ajedrez –afirmaba- es mucho más simpático que el de los artistas. Se trata de personas totalmente obnubiladas, completamente ciegas, provistas de orejeras. Locos de una cierta calidad, al igual que se supone que lo sea el artista, y no lo es por lo general.”
No del todo de acuerdo con Duchamps, reconozco que los magos del arte, son pájaros raros de ver. Pero al menos pensar en ello hará que algún rayo de luz ilumine nuestros trabajos. Y seguro nos dará miedo.
Miguel Puga
HocusPocus festival
Festival Internacional de Magia de Granada 2002
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Magnifica tu entrada en esta casa Migue, como siempre nos tenemos que quitar el sombrero. Gracias por palabras como estas que nos hacen reflexionar sobre nuestra pasion y ademas no llenan de inspiracion(pareado no planeado, cachis otra vez). :p