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Una pregunta que me tiene en duda.....
Si tu ves un efecto magico de los tantos que se ven en internet, y utilizas su mecanismo pero lo presentan en otra version en mi caso especialmente (version infantil).
Como lo consideras copia o nueva version de un efecto conocido.

Yo me preocuparía de que el resultado fuera: Mágico, divertido y apropiado para el público al que me dirijo.

Las opiniones de cada uno..son muy respetables, pero solo son eso.

Las que de verdad importan son las del público y en consecuencia, la tuya.

Si mejoras el efecto es “Una genial adaptación de un juego”

Si lo empeoras “Una burda copia”

Tengo un poco de lío al respecto. Lo que creo, de momento, es:

Cuando se copia, no sólo el efecto, el procedimiento y la presentación sino también alguna característica que suene al mago del cual se copia, se trata de una copia inadmisible. Por ejemplo, además del juego, copiar los movimientos de David Copperfield o los chistes o maneras de Tamariz,o las narraciones o estilo de René Lavand, o la charla concreta de tal mago, etc. O también la secuencia de juegos de un número concreto. Es decir, conservar algo en el juego que haga exclamar al público: "¡Pero si está copiando a fulanito!" o "Me está recordando a tal mago cuando hace ese mismo juego". Eso es una copia inadmisible.

Si se copia el efecto, procedimiento y presentación, pero prescindiendo de las notas personales que nos recuerden al otro mago, es una copia admisible, siempre y cuando no se haga en el ámbito en donde ese mago actúe, y si se trata de un juego muy personal sería muy propio pedir permiso al mago. Sería lo mismo que alguien que se ponga a cantar una canción de Pablo Alborán, que puede hacerlo, siempre y cuando no se lance al mercado con dicha canción a hacerle la competencia al cantante, pero para unos amigos o en una actuación privada, sí que puede cantar una canción de Pablo Alborán. Y lo correcto sería mencionar a quién se debe ese juego. Y por supuesto, siempre que se pague lo que corresponda, si es que hay que pagar algo por la autoría, etc.

Si se copia efecto y procedimiento pero se cambia la presentación... no diría yo que es una nueva versión, sino el mismo juego con otra presentación, que sería el caso del que estamos hablando, un juego que se adapta para público infantil.

Si se copia el efecto pero se cambia el procedimiento o se varía substancialmente, ya es una versión, y lo mismo si se varía el efecto de tal manera que quede radicalmente alterado.

Si se mantiene efecto y procedimiento pero se cambia el orden de las fases o se añade otra nueva, o se elimina una de las que tenía, o se añaden detalles, sutilezas, pases, etc. no sería una versión del juego sino una modificación.

Si se utiliza el mismo procedimiento para otro efecto con otra presentación, es directamente otro juego, pero que se ha creado gracias al procedimiento aprendido en el juego original, y no estaría mal dar los créditos correspondientes al juego original si se presenta el juego ante otros magos.

Si se modifica el juego completo en gran medida, de modo que pueda decirse que es otro juego y no una versión ni una modificación, siempre será un juego inspirado en otro anterior, y sería bueno mencionar esta inspiración si se explica dicho juego.

El tema de las copias es un tema espinoso y uno de los que más daño hacen a la magia y a sus creadores. Es muy fácil autoengañarse y posiblemente uno no es consciente del daño que se hace hasta que no ves a alguien que está utilizando una de tus ideas sin tu permiso.

El hecho de que veamos a alguien hacer algo y lleguemos a ser capaces de deducir cómo lo ha hecho, en ningún caso nos da derecho a apropiarnos sin permiso de su idea. Cambiar una presentación cuando el método usado es el mismo, NO lo convierte en una idea nueva. En este mundillo estamos tan acostumbrados a ver a magos mediocres copiando (o malcopiando) descaradamente actos completos que a fuerza de verlo puede llegar a parecernos que esto es lo normal y aceptable. Una cosa es el tema puramente legal del copyright y otra la moralidad de apropiarte de algo que no es tuyo aunque eso no esté regulado por la legislación. Por poner un ejemplo cotidiano que se entienda: engañar a tu pareja es totalmente legal, pero éticamente reprobable. En el tema de la magia no existen mecanismos legales efectivos que permitan proteger los conceptos originales y por eso a menudo las ideas quedan a merced de la ética profesional.

Hay que tener en cuenta que las ideas pertenecen SIEMPRE a alguien: a quien se le han ocurrido. Tal vez ha sido cuestión de suerte, pero en la mayoría de los casos no se trata de suerte, pues detrás de cada idea novedosa hay muchísimo trabajo, esfuerzo y dinero invertido.

A la hora de plantearse el hacer uso de una idea, es bueno ponerte en la piel del autor y ver qué pensaría:
Es posible que al creador de una idea no le importe compartirla con los demás miembros de la comunidad mágica (la publica en un libro, DVD, la cuenta en conferencias…) y en ese caso no hay nada malo en utilizar la idea e incluirla en tu repertorio, bien adaptándola a tu estilo o simplemente usándola como está.
Otra posibilidad es que el autor quiera limitar el uso que se haga de su idea, para sacar una rentabilidad económica porque quiere recuperar el dinero invertido en su desarrollo o simplemente vive de ello, se gana la vida creando ideas para actos mágicos. Entonces entran en juego lo que se conoce como licencias o derechos de presentación. A pesar de no estar obligados por ninguna ley, cada vez más magos entendemos que esto es lo correcto y pagamos a los autores incluso miles de euros por estos conceptos.
También puede ocurrir que el autor no quiera que nadie más utilice su idea. En ese caso podemos disfrutar de ella, del ingenio que la ha hecho posible, e incorporarla a tu arsenal de conocimientos mágicos por si un día te sirve en la creación de tu propia idea, pero HAY QUE RESPETARLA.

Lo ideal como artistas que se supone que somos, es utilizar nuestros propios conceptos e ideas, eso nos hace únicos e interesantes para el público ( ¿qué pensaríamos si todos los cantantes del mundo casi todo su repertorio fueran las mismas canciones que las de los demás? Que precisamente es lo que sucede con la mayoría de los magos ) Pero si queremos usar un concepto, rutina, idea que le hemos visto a alguien y tenemos dudas sobre la legitimidad de usarlo o no, hay una respuesta muy sencilla: PREGUNTA AL AUTOR y actúa en consecuencia. Hoy en día no hay excusas para no preguntar en un mundo completamente globalizado con internet en el que puedes contactar casi con cualquier persona del mundo de forma gratuita.

Evidentemente hay casos que son una copia descarada horrible, como hacer un numero de Lance Burton completo de arriba abajo…nadie dicutirá que eso es patético.

Pero hay muchisimos casos en los que no está muy claro si está copiada la idea de un sitio o de otro, con la presentación de uno o de otro.

Para discutir si algo es legitimo o no, habría que hablar de casos concretos.

Lo mismo pasa en guiones de cine ,teatro, literatura, pintura, música…etc.

Es difícil establecer los limites en algunos casos concretos…como para encima generalizar.

Para eso está la ética de cada uno.

Yo creo que si uno tiene dudas es copia.

Respuesta directa a tu pregunta:
Copias el mecanismo, es copia.
Realizas una versión infantil, si nadie la adaptado a infantil esta parte te la puedes atribuir, pero contiene otros aspectos que no son realtivos al funcionamiento del invento, que es la presentación y utilización de ese material para público infantil.
"Si yo hago magia y para ello utilizo un secreto, otro mago desconoce que secreto empleo y de quién es, de lo contrario no es tan secreto"...
Saludos