Yo creo que si lo que se busca es esa ironía o ese mensaje crítico de que se hacen juegos cansinos o muy trillados, el ámbito para presentar este número cómico es un congreso de magia, no por televisión, porque de esa manera, en un congreso, se enterarían sólo los destinatarios del mensaje, no los profanos. Para público profano estás destrozando cada juego al hacerlo así de mal, rápido y soso, y en vez de criticar a los que lo hacen mal, estás sumándote a los que lo hacen mal.
Yo creo que si hay alguien que no tiene culpa de nada, es el juego. ¿Qué culpa tendrá la pobre cuerda rígida o el Colouring Book? Esos juegos y todos los que se ven en el vídeo son una maravilla de juegos si se presentan bien. Y el que los interpreta mal, los destroza, igual que este hombre los está destrozando por hacerlos tan rápido y sin gracia, lo cual transmite que el objeto está trucado y que todo se reduce a saber dónde está la trampa de cada material y hacerla. Un buen mago puede presentar cualquiera de esos juegos, en pleno 2013, y abrir bocas y provocar sonrisas de satisfacción, luego no son juegos desfasados. Si se hacen mucho, el problema será del mago por no elegir otros más novedosos, pero no del juego, que es siempre una maravilla. Y serán repetitivos para público que vea muchos magos haciendo lo mismo, pero hay mucha gente que no ve demasiadas actuaciones de magia al año precisamente.
Imaginaos a un mago que utiliza una cuerda normal para cualquier juego previo, la da a examinar, y al terminar el juego la cambia por la cuerda rígida trucada, que deja sobre el velador. Entonces dice que en ese mismo lugar donde se está desarrollando la actuación, hace muchos años hubo una casa, lo cual sólo puede percibir el mago con su videncia del pasado, y que precisamente está viendo una mesa que se encuentra en medio de la escena. Nadie ve nada, pero el mago dice que allí hubo una mesa y que permanece su energía, y para demostrarlo coge la cuerda que empleó en el anterior juego (que ahora ya es la trucada) y la coloca sobre esa mesa imaginaria sosteniéndola de un extremo. La cuerda se sostiene sobre una plataforma que nadie ve. El mago retira la cuerda y aparta la mesa imaginaria a un lado para que pueda continuar la actuación sin interferencias del pasado, no sin antes pedir permiso a los habitantes que ve en aquella casa para mover la mesa. Eso es una maravilla, es un momento realmente mágico, y se ha hecho con la "cansina y repetitiva" cuerda rígida. Y ahora viene este hombre y me destroza ese material mágico haciéndolo rápido y sin gracia ante miles de espectadores. Pues muy mal, es una agresión, un atentado a la magia. Que invente él trucos y que los destroce, pero que no lo haga con clásicos que no son suyos.
Debería haber leyes de protección del arte mágico y que las personas que hacen estas cosas no puedan seguir haciéndolas. Aunque claro, al lado del mago enmascarado este hombre es un angelito, porque por lo menos éste no explica los juegos, simplemente los destroza. Y si con el mago enmascarado había quien lo veía hasta bien porque revitalizaba la magia y así nos hacía pensar en nuevos juegos que él no hubiera revelado... entonces ya no hay nada que hacer.
Los juegos clásicos son y serán buenos juegos toda la vida. Eso sí, presentémoslos con encanto, con buen gusto, con stops callados y sutiles a las soluciones particulares. Y también tengamos el sentido común de no presentarlos en un ambiente donde los hayan presentado veinte magos más, porque entonces puede ser repetitiva y cansina hasta la última novedad que se venda en las casas de magia. El problema no está en el juego, por clásico que sea, así que todos ellos merecen un respeto, no se les puede tratar de esta manera. Éstos son "malos tratos" a un juego; no debería haber derecho a ello.