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Querido Shetam:
En esta pregunta, aparentemente inocente, a mi entender se funden conceptos estéticos y éticos de nuestro Arte. Cuando presentamos una caja o cualquier objeto ante los espectadores, no decimos que la caja es normal (aunque esté trucada) y damos por supuesto que es una caja “inocente”. Cuando se utiliza un compadre no se le pregunta ¿Usted y yo no nos conocemos de nada, verdad?. Pienso que el uso de un compadre no solamente es lícito, sino que es una maravilla. Grandes y respetados magos los han utilizado y los utilizan; pero no les obligan a mentir ante el respetable.
No creo que haya nadie que fije límites en el uso de compadres. A mi criterio el uso debe ser puntual, la relación debe ser profesional, es decir, remunerada, y sus vidas privadas no deben estar relacionadas. El uso de compadres que sean familiares, amigos, etc. Suelen dar al traste con el efecto y con el misterio.
Dentro de la ética, yo no usaría como compadre a un niño (y he visto hacerlo) a no ser que se trate de una broma y luego, en su descubrimiento, todo el mundo participe con risas. Me parece que es tan presupuesta la inocencia de un niño que un juego en el que su participación esté condicionada puede considerarse como una estafa a tu público, con independencia de posibles efectos secundarios sobre el propio niño. (Esta opinión no la he contrastado nunca con nadie).

Querido PHER:
Hace mucho tiempo que no trabajo en escenario y por lo tanto no estoy actualizado. Disfrutaba mucho haciendo el clásico pañuelo y huevo.
En magia de cerca, aunque me resulta muy difícil seleccionar uno, puedo dar como uno de mis favoritos el “juego matemático” de Pit Hartling, para dos espectadores.(No sé si está publicado; él nos lo enseñó en una conferencia en la segunda edición del hocus pocus). Como al final del juego, las cartas que los espectadores tienen en su mano son de distinto color y te resulta muy fácil ordenar la baraja por colores, remato la rutina con una especie de fuera de este mundo que hacen los propios espectadores y que no me acuerdo, en este momento, en que robertolight aparece.
Este conjunto es un bombazo que no se le olvida a nadie de los que me lo han visto.

¿Qué es magia? Preguntas mientras mezclas
entre las manos tu baraja azul.
Juanlu ¿Y tu me lo preguntas?
Magia… eres TÚ

Querido BACHI:
Vaya tres preguntitas que me has bombardeado. Son muy difíciles de contestar de forma que de satisfacción a todos los que las lean. Creo que es difícil teorizar para dar una respuesta correcta; pienso que hay múltiples soluciones para cada hipótesis. Sin embargo, me atreveré a decir algo:
¿Cuál es el elemento más mágico de los que se utilizan en magia?. Pienso que el fuego. Yo lo utilizo en el juego “In a flash”, en la versión clásica, como el elemento transición entre la situación normal y la situación sorpresa. Provoca asombro y misterio. Ese juego (para mí, un juegazo) si no tuviera la componente del fogonazo no conseguiría todo el encanto y misterio que tiene.
¿Cambio de color o desaparición?. Si sólo vas a hacer un efecto y esta es la única alternativa, me decanto por la desaparición; pero no me gustaría privar a mi público de una sucesión de cambios de color, de tamaño o de objeto (Rutina de dados de Camilo v.gr.).
¿Quiénes son mejores espectadores, las damas o los caballeros?. Si las damas, son damas; y los caballeros, caballeros, son todos buenos espectadores. No creo que sea una cualidad ligada al sexo, sino más bien a la educación..

Querido amigo Alkantara: No sé si voy a dar buena interpretación a tu pregunta. En un gran número de actividades humanas se puede ser especialista de una disciplina, ignorando las generalidades de la rama a la que pertenece; sin embargo en las Artes y, por lo tanto en la magia, se debe ser primero generalista y luego especialista. Hay que conocer lo que es la línea, la forma, el volumen, el color, la perspectiva y las texturas; dibujar a carboncillo, sanguina y lápiz mucho antes de ser un buen acuarelista, un grabador o un escultor. Y no digamos de la música, solfeo, tonos y timbres, ritmo, armonía, instrumentos de viento, cuerda y percusión,…, si quieres ser director o intérprete. En magia pasa lo mismo. No creo que Potassy fuera ajeno a esta regla. Pañuelos, cuchillas, naipes, cuerdas, pickpocket,…formaban parte de su número comercial de music-hall; pero pienso que en petit comité haría magia con billetes, monedas y objetos varios, que leería libros y revistas y que participaría de tertulias mágicas.
Dejando a parte a Potassy pienso que un mago, lo que se dice un mago, debe saber presentar los aros chinos, los cubiletes, la bola zoombie, el bastón bailarín, manipular discretamente, al menos, bolas dedales, monedas, cigarrillos y navajas; pañuelos y cuerdas, saber hacer alguna figura de globoflexia; conocer las técnicas y presentar algún juego de mentalismo. No es necesario que haya presentado grandes ilusiones, pero sí saber sus técnicas. Un buen mago tiene libros, aunque no los haya leido todos, compra o se fabrica juegos o gimmick, aunque no los presente en su vida. Un buen mago conoce la terminología mágica, le gusta el cine, el teatro y la música; artes interpretativas. Le apasiona la historia de la magia; quiénes fueron los grandes magos del mundo y por qué; quién inventó el juego que tanto le gusta y quienes lo mejoraron.
Un buen mago está ansioso de hacer felices a los demás; por lo general, es generoso.
Un buen mago, además, sabe cartomagia.

Querido Magioneto: Con las preguntas que me estáis haciendo me siento psicoanalizado, sin embargo también me siento muy a gusto contestándolas, porque me tengo que parar a pensar en cosas en las que no había reparado nunca.
Para que puedas sacar alguna conclusión psicoanalítica te diré que, por definición, no he leído nada de J.K. Rowling, ni he visto ninguna de las películas basadas en sus escritos y, por lo tanto, no tengo opinión propia sobre ese personaje. No sé si algún día caeré en la tentación de leerlo, porque otros magos, amigos, que compartían la postura (irracional?) de no comprarlos, han claudicado y se los han leído de cabo a rabo. Tengo la costumbre de leer todas las novelas, cuentos, comic, etc. En las que forma parte de la trama un mago o la magia en sí. Guardo los anuncios que utilizan la figura del mago para presentar sus artículos; en fín, fetichismo total y, sin embargo, Harry Potter….
Tanto a mis sobrinos, como a nietos y demás niños que se han puesto a mi alcance, si he tenido que contarles cuentos, que sí, casi siempre han sido inventados sobre la marcha y han tratado o de aventuras en el internado o de sucesos por el monte, a veces boscoso. Otra cosa es si se trataba de leer cuentos.
El cuento que me apasiona, que me leía mi padre y que se lo leo al primero que se ponga por delante y en situación, es un cuento alemán que se llama Max und Moritz. La versión que tenía mi padre era una traducción argentina que se titulaba “Las Siete Travesuras de Juan y José”. Del original que tenía mi padre y que lo guardará alguno de mis hermanos o de mis sobrinos, tengo una fotocopia; de las versiones alemanas tengo bastantes ediciones.
Pongo el enlace al cuento por si alguien tiene curiosidad de ver la calidad de los dibujos y porque está la versión alemana traducida al inglés, por si quereis enteraros de cuáles fueron las siete travesuras:
http://www.fln.vcu.edu/mm/mmmenu.html
El espectáculo de magia teatral lo organizaré más tarde. No lo puedo improvisar. Es un encargo de gran responsabilidad y quiero que sea un éxito.

Querido amigo Fauco:
Me agradan mucho tus respuestas y está resultando todo muy interesante. Espero que cuando no veamos me puedas contar el cuento de "Las siete travesuras de Juan y José".
Ánimo que vas muy bien.

Un abrazo.

Gracias Fauco por tus respuestas. Y como dice Luigi esto está muy interesante.



P.D. Gracias Luigi una vez mas por la idea. Genial.

Querido Luigi: Ronda es para mí uno de los lugares emblemáticos de mi vida, aunque yo no haya vivido en ella. Tengo tres hermanos rondeños.
Me gustaría haber paseado por aquellos pinsapares de la Sierra de Las Nieves y después haber cenado contigo, hablando y haciendo magias. Esa sería, hoy, la cena de la que yo me sentiría más orgulloso.
Pero no habiéndolo hecho, tengo que recurrir a investigar por qué he de sentirme orgulloso. Quiero pensar que se trata de en qué ocasión, tuviera la edad que tuviese, sentí la mayor vibración en mi cuerpo porque estaba cenando con…. No me cabe la menor duda, han sido las que he pasado con Ascanio, en aquella cafetería Armenia en las que la cena era un sándwich o un pepito; pero la charla era embriagadora. Yo llegaba a mi casa, tarde; todos dormían. Una casa antigua, suelo de tarima donde unas tablas crujían y otras casi; cuando llegaba a mi cuarto y casi sin encender la luz ya tenía la baraja en las manos (entonces usaba la Bridge 26 de Fournier, no había empezado el furor de la 505 y la Aviator o Bicycle sólo la tenían los privilegiados) para repasar lo que Arturo nos había enseñado; para intentar destripar lo que aún no nos había dicho. La noche pasaba enseguida. Al día siguiente con Varela y Tamariz, con Cerezo y Cabestreros, en la Facultad, seguíamos saboreando lo aprendido durante la cena.
Ah! Y no estoy anclado en el pasado; muchos son los magos jóvenes (y no tan jóvenes) con los que he comido y cenado en estos últimos años y con los que también he disfrutado; pero aquella vibración…
La magia es afición, rayando en la más amorosa de las pasiones. Sin embargo, aunque nunca tuve el carnet de profesional, ví cómo lo obtenían mis amigos en aquellas actuaciones del Teatro Fuencarral o Calderón de Madrid, ante los miembros del Sindicato. Entre esos miembros del jurado se encontraba Sandy. No soy profesional si por profesional de la magia se entiende el que gana dinero para vivir mediante demostraciones de juegos de manos.
Sin embargo sí me considero profesional de la magia porque, aún cuando no existe una relación causa-efecto directa sobre la acción de hacer magia y el obtener dinero de forma inmediata, el hecho de que yo actúe ante responsables de empresas y departamentos oficiales ha supuesto y supone que se encuentren bien dispuestos para encargarme trabajos relativos a mi profesión ingenieril.
Soy de la opinión de que la televisión ha ayudado y ayuda mucho a la difusión del espectáculo mágico y por ende, a la magia.
Pienso que a través de Internet se han promovido y se promueven grandes relaciones entre magos. Sólo por el hecho de estar nosotros comunicándonos ahora, como lo estamos haciendo, tendríamos que estar dando las gracias a Inter y a Net. Son muchísimo más numerosas las ventajas que los inconvenientes. Las limitaciones para aprender por la red son obvias; pero la inmensidad oceánica de las posibilidades para mejorar el conocimiento es innegable.
Los avances científicos y técnicos siempre han supuesto y suponen el avance de la magia. Sólo los mediocres tienen miedo de esos avances y ven fantasmas donde sólo hay fantasmagoría.

Rafa, se que admiras la magia de tu amigo Juan Tamariz ¿cuál de sus juegos te ha dejado mas “patidifuso”?

Un abrazo. Fer

Esta tarde, D.m., me quedo libre de la carga de trabajo que me ha abrumado esta semana y podré contestar a todos los que, con tanto cariño, me llevais a recordar y a profundizar en lo que, ya estaba casi olvidado.

Querido undiglis: Tu apodo suena italianizado.
Ha llegado el momento de dar respuesta a tus preguntas. No he querido romper el orden en las contestaciones, aunque he estado mil veces tentado de saltármelo a la torera para elogiarte la décima con la que me has recibido a porta gayola.
Entiendo, porque a buen entendedor…, que me preguntas por Juan Mieg. ¿Es verdad que le investigué?. Sí, señor; es verdad. Y le sigo investigando. Te/os contaré la anécdota que envuelve esta búsqueda de noticias sobre Juan Mieg, conocido en nuestro ámbito como El Tío Cigüeño, autor de un pequeño libro, pero una gran obra, que se llama El Brujo en Sociedad (Breve Instrucción para aprender a ejecutar con destreza muchos juegos de manos). 1839.
En 1847, Juan Mieg hizo donación a la biblioteca del Ateneo de Madrid, donde era profesor de alemán, de los siguientes libros: Introducción á la historia natural de los insectos; (1846) - El Brujo en sociedad (1843) y Cuatro palabras á los Sres. traductores y editores de novelas, de los que él era autor. Esta donación supone que en el Ateneo de Madrid se encuentre uno de los muy pocos ejemplares de los que se tiene conocimiento que existen en circulación. Sería curioso conocer el censo del posible número de libros que hay.
No sé cómo, no recuerdo, cómo llegó a mis manos un ejemplar de este libro, pero la verdad es que lo tenía en mi biblioteca y lo guardaba con cariño, lo medio leí y ahí quedó la cosa (Creo que me lo regaló un Naturalista, entomólogo, amigo de mi familia). Un 23 de febrero, exactamente el de 1983, después de una reunión con magos, en Madrid, terminamos en mi casa haciendo juegos. De repente sentí que quería hacerle un regalo a uno de los que estaba allí, con quien me une gran amistad, y le enseñé el libro, se lo dediqué y se lo regalé.
Al cabo de los años, en otro encuentro sosegado, le digo: Un editor especialista en obras de arte, amigo mío, quiere hacer el facsímil del primer libro de magia editado en castellano, pienso que podemos aconsejarle el Minguet ¿Qué te parece?. ¿Le prestarías tu ejemplar?. Me contestó que sí, que sin problema; pero que veía mucho más interesante hacer el facsímil del libro de Mieg, “aquel que me regalaste y que ni tu, ni yo en aquel momento sabíamos lo que realmente era”.
Salimos a cenar los tres matrimonios, incluyo al editor, y quedamos en hacer el facsimilar, incluyendo un estudio con tres capítulos: Biografía del autor, estado del Arte en el momento de la publicación del libro y qué significó el libro en su época. Yo me comprometí a hacer ese estudio, ante la falta de tiempo de los demás. En esa tarea estoy, para la que no nos hemos puesto plazo. Llevo mucho tiempo investigando sobre Juan Mieg, sé muchas cosas sobre él, pero me faltan muchísimas cosas por saber. Te puedo decir que no encuentro ninguna fotografía suya, y he hablado con sus descendientes.
Ya contaré cosas, en algún hilo, si es que no sacamos antes ese facsimilar.
¿Cuál es el primer ilusionista que vi actuar?. Si hablamos de persona que me hizo un juego de manos, he de recordar a Panero, un congregante de los Kostkas, en la calle Madrazo 38, donde estaba la Congregación de los Jesuitas, en Madrid, bajo la dirección del Padre Joaquín Múzquiz y Juan José Landecho. Panero, un día que estábamos reunidos para ir a una catequesis, nos hizo la bolsa del huevo. Curiosamente, el P. Landecho, días más tarde, me hizo un juego dándome a escoger una carta que una vez perdida en la baraja (pensando yo en la carta y mirando muy fijamente) aparecía abrasada, con un agujero quemado, a causa de mi mirada.
Posiblemente, el primer mago profesional que soy consciente de haber admirado, fue Cantarelli. Famoso ilusionista internacional, brasileño de Curitiba, que recorrió los cinco continentes con su gran espectáculo. Vino a Madrid, a principio de los sesenta y actuó en el Teatyro de la zarzuela. Me llevó mi padre y tuve la ocasión de subir al escenario para presenciar la mujer cortada, con sierra circular..
La magia, en los tiempos que yo comencé, prosperaba a partir de los grupos y círculos de magos que había en cada provincia, por lo que ahí no puede señalarse una influencia global, como podría decirse desde el momento en que se populariza la televisión y se amplía la difusión de nuestro Arte. Pero respondiendo a tu pregunta sobre qué hecho, persona, revista o sociedad creo que ha influido más en el desarrollo de la magia en España, debo contestarte que, a mi criterio, sin quitar un gramo de mérito a nadie, un papel muy fundamental lo han jugado los libros de Ciuró y de Bernat la revista Misdirection, las Jornadas de El Escorial y todas las sociedades AMA, CEDAM TMC CMS; SEI, CIP,…etc., etc. Sobre personas me resulta muy difícil señalar una sola. Lo que todos sabemos, después de leer el libro de Gea y Juan Gallego, es que el incremento del número de magos en España es exponencial.
A la difícil pregunta de qué mago elegiría para encarnar la magia en un solo mago, haciendo abstracción de todos los demás, creo que lo identificaría con Robert Houdin; pero una vez que lo he escrito se me agolpan muchos nombres más y siento la tentación de borrar, pero me aguanto y con dedo firme retecleo Robert Houdin.
Continuará....

Muchas vecs he sentido la sensación de misterio viendo magia, amigo undiglis, y todavía continúo sintiéndola. Los aros chinos que, por primera vez se los vi a Jose Antonio Vega. La desaparición del coche de Kalang en el teatro Lope de Vega, alternando los colores en manos de Ascanio, la primera vez que nos lo hizo, la sal de Kaps, Mnemonicosis,....

Mi libro mágico preferido son muchos, tendré unos 300, y es difícil decir cuál. Ciuró, Bernat, Kplan, Hiliard,... aquellos comienzos, Hugard, Erdnase, Corinda,...Sonata, Sinfonía,... Uno: La prestidigitación al alcance de todos.

No he visto actuar a magas históricas

Cuando me pasas por la lista de Canonge, Partagás,....sólo he visto actuar y puedo hablar de Frakson, Li-Chang, Sandy y Karabias, a quienes he admirado largamente; a cada uno en su estilo y de los tres que ya no están con nosotros, su diferencia de dad conmigo sólo me permite recordar con nostalgia los ratos compartidos. De Julio me queda una anécdota que no olvidaré nunca. En aquellos tiempos de inicio me pasó como a tantos otros pasa ahora que no supe fijar el límite de la inspiración que un mago profesional puede ejercer sobre un novato, aprovechando el número de Karabias, a quien iba a ver frecuentemente a las salas de fiesta, para mis actuaciones benéficas con la SEI, allí donde nos llamaran.
Cuando regresé de Córdoba con dos premios, conseguidos en el Primer Certamen Mágico Andaluz gracias a las enseñanzas y preparación de Ascanio, me espetó delante de los demás sociios ¿Ahora te dedicas a imitar a Ascanio?. Me tuve que tragar la observación y nunca más volví a apropiarme ni de un chiste, juego, ni de ninguna presentación que no fuera la mía propia. Hoy con lo que más disfruto es buscando originalidad en las presentaciones.