A mi, directamente, me molesta toda venta a la que un profano acceda sin dificultad. Y me gusta menos que las revelaciones youtubescas por la simple razón de que en muchos casos demuestra intereses más comerciales que de otro tipo por parte de quien vende abiertamente.
EN el caso de los magos que venden en sus webs, depende del caso. En algunos casos el acceso está sujeto a una clave, con lo que cualquier mago podría entrar, pero no así un profano. También hay que tener en cuenta que un profano no entra a buscar páginas de magos a menudo, a menos que sean nombres como Piedrahita, Copperfield, Tamariz y poco más; eso es cosa nuestra. Aun así, creo que no es bueno que los magos pongan los productos en venta a las manos de cualquiera, aunque no suele ser alarmante (por ejemplo, Figueiredo vende sus libros, en los que están todos los secretos, pero no regala con ciertas pistas los métodos... No sé si me explico).
Lo que realmente me parece terrible es la reproducción imparable de las tiendas en España. La magia, en este momento, se revela como un negocio muy jugoso, y se explota. En ciertos festivales, bajo excusas mucho más baratas que las barajas de los chinos se abren al público profano ventas de trucos. ¡Trucos! Ya está, todo hecho. Por parte del empresario, por mi que haga lo que quiera, lo que no puede ser es lo siguiente:
1) Que hable de crear afición, y de acercar el "arte" a Fulano y Mengano.
2) Que los festivales de magia vendan esa imagen de la magia, como algo que simplemente se compra.
¿Por qué hablan de crear afición? Y mucho peor, ¿por qué hablan de arte? Porque son excusas geniales para que los colegas asientan y se callen. Resulta que el arte ahora está en los centros comerciales, y de eso nada. Con una mano, a los magos o aficionados a la magia les dan bonitas palabras de supuesto amor al arte y con la otra mano al cliente potencial le venden lo que sea con las palabras que sea ("facil", "instantáneo", "sin experiencia", "lo hace sólo", o casos peores que son los de la publicidad engañosa, por la que el principiante se cree que una moneda va a atravesar una botella de verdad, y se encuentra con lo que para él será un timo, o algo mucho más complejo de lo que le dijeron en la tienda... Sólo había que leer, por ejemplo, cuando una tienda decía en su publicidad que la cartera de Yigal Mesika no necesitaba manipulación alguna... ¡Qué va!).
Simplemente, esto es el mundo de las ventas, de la empresa, de la falta de escrúpulos. Veo negocio, y me subo al carro. ¿Qué no estaría yo aquí sin la publicidad engañosa? Pues cuánto mejor. Así seguiría existiendo unos pocos que se esforzaran de verdad y nos regalaran auténtica magia. Y yo quiero a la magia, y quiero continuar en ella, pero no agradezco en absoluto a las tiendas haberme vendido sus trucos sin más ni más. No les debo nada.