A medida que lo veo me gusta más porque capto más detalles, como por ejemplo, ahora me doy cuenta de que los volteos del rey negro entre sus dos esquinas son el aleteo del vampiro, o que está en forma de murciélago. Y también me ha hecho mucha gracia que al mantener la conversación con la chica, cuando habla cada personaje se mueve un poquito la carta que lo representa.
El comienzo es maravilloso, con esa imagen de la baraja como un libro hojeándose, que nos hace recordar el mundo de la literatura y nos invita a soñar, e inconscientemente ya nos entran ganas de que nos cuenten una historia.
Luego, el ritmo de la charla, que es calmado, sin prisa, como a mí me gusta, pero sin extenderse, que es un peligro en el que yo caigo mucho y toca luego que recortar la mayor parte. Tu charla está estudiada y redactada para que ilustre exactamente cada momento. Como hace el genial Dámaso, pero en calmadito, templando el toro, como tiene que ser para que se pueda saborear. Y las cartas, al verse tan de cerca aumentan el impacto estético del juego.
Lo de "se abalanzó por sorpresa" es otra genialidad de manejo, que sólo vale para esta historia. Además, coincide con un énfasis de la banda sonora en ese momento, lo cual el espectador no se da cuenta pero lo percibe y le influye.
El manejo quizás podría contar con más técnicas todavía de soltura despistante, como algún volteo de Stuart Gordon o algún frotamiento entre dos cartas. Sin embargo también es interesante la economía de no hacer demasiadas cosas, que a lo mejor pueden marear y distraer.
Otra sutileza genial es esa justificación para recoger las cartas muertas con la carta vampiro encima: "recogió los cuerpos"... Y encima suena a película de terror porque te lo estás imaginando.
Y bueno, el final es como tiene que ser, como tienen que ser los finales para que alcancen la excelencia, en la dirección de una sorpresa que ponga el vello de punta, más que el típico finalazo de hacer un efecto más potente y multicolor. Estos finales psicológicos son los que me gustan, son finales literarios que impresionan a través del intelecto más que a través de los ojos, que es la vía fácil.
También me ha gustado mucho el que dejes el vampiro desaparecido transversal a las demás cartas, ya que no son lo mismo humanos que vampiros.
Sube más cosas, Danet, que queremos ver más magia de la buena.