Siempre es bienvenida la idea de volver a hablar de D. Alfredo Florensa, sobre todo ahora que se acerca el segundo aniversario de su fallecimiento.
Este es el hilo en el que La Dama expresó sus condolencias, con siete páginas:
viewtopic.php?f=14&t=8585&p=69460Y éste el de la crónica de Pinky sobre su homenaje:
viewtopic.php?f=8&t=9381Y éste es el comentario de Woody Aragón en televisión sobre el maestro, y una breve entrevista.
Y ésta es una foto muy buena y hasta caracteriológica, actuando en la SEI, subida por magicday:
http://www.postimage.org/image.php?v=gxhbbwk9y sus Lecciones de Ilusionismo, que como creo que una vez dijo Gustavo, deberían por su importancia estar accesibles gratuitamente para todos los aficionados.
Siempre da gusto hablar de D. Alfredo Florensa. Tuve la suerte de saludarle, interceptándole en un congreso, y de que me diera un par de consejos sobre unos aspectos concretos, pero no he tenido más relación.
Para mí, D. Alfredo es un maestro espiritual, más que mágico. Lo que he aprendido a través de sus libros es amor a la Cartomagia, a tocar las cartas, a repartirlas, a recogerlas, a sumar sus índices, a apreciar la belleza de cuatro montones repartidos sobre la mesa, a disfrutar de la armonía en las relaciones matemáticas ocultas de una baraja ordenada... a todos los placeres cartomágicos que no tienen el aliciente divertido o retante de la manipulación; a no importarme que un juego sea largo o no inmediatamente directo, porque es como un vals que se baila con los naipes, donde para llegar de un lugar a otro es más bonito llegar bailando un poco después, que no corriendo y antes; a entender que lescuchar una charla bien cuidada y ordenada puede ser tan bonito y artístico como el mismo efecto para un público sensible y cultivado...
Pero sobre todo me ha transmitido una filosofía, la del método, la de la clasificación, la de la tranquilidad para hacer las cosas bien hechas. (Alguna vez me he propuesto leer cada día un párrafo suyo, simplemente por bañarme de ese espíritu y recordarlo).Porque es que el fruto de todos estos valores es el orden, y el fruto del orden es la paz. Y como se encuentre en Ilusionismo ese espíritu de la paz, ya uno es feliz para siempre, porque lo va a aplicar a todo el aprendizaje mágico posterior, sin prisas, sabiendo -como como dice un aforismo muy repetido en la práctica del Yoga- que lo importante es el camino, no la meta.
Y termino repitiendo en su honor, el párrafo de despedida que le escribí hace dos años:
Gracias, D. Alfredo, por la lección 59: usted mismo. Reservamos para usted el As de nuestros corazones, la decimocuarta carta contando desde arriba en la baraja de nuestra alma, para poder deletrerear "G-R-A-C-I-A-S M-A-E-S-T-R-O", en el tercer montón empezando por la izquierda y a cuatro naipes por encima de la carta guía de la ilusión, vuelta secretamente cara arriba para despedirse llorando de usted.