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Pues eso... cada día e gusta mas la magia... ¿por qué?... por muchos motivos, pero hay un momento que me ha tocado muy hondo, y me apetecía compartirlo con vosotros.

Pues resulta que hay un niño de unos 10 años, el cual, muy timidamente me miraba cuando yo estaba haciendo unos juegos a familiares y amigos, él es hijo de una amiga de mi madre y estaba ahí, sorprendido con una sonrisa en la cara.
Los demás niños (que estaban jugando al futbol abajo) le llamaban para que bajara, pero él no quería, él quería estar allí, él no quería moverse, él quería ver magia...

Despues de la sesión me fui al salón a ver la tele, al rato él vino alli y con los ojos muy iluminados me dijo: Alber, ¿me puedes hacer un "truco"? (esa palabra la odio, pero es la que suelen emplear ), le dije que si, que por supuesto; le hice un juego en el cual, una carta blanca se transforma en la carta que el pensó (una pequeña tontería con mnemónica) pues bien, ese juego fue el que mas le gustó porque ocurrió en SUS PROPIAS MANOS, me miró, sonrió y dijo: "Ostiaa que guay!."

Después de esto la carta que quedó en su mano, se la regalé porque noté que le haría ilusión y la tiene puesta en su habitación y a todos sus amigos le dice: ¡¡ESTA CARTA ME LA A REGALADO UN MAGO QUE ES MUYY BUENO!!

Estos hechos, estas aneddotas, hacen a uno continuar y trabajar para seguir ilusionando y para seguir haciendo realidad lo imposible!

Saludos!

Bueno, lo primero, que odiar está feo, xD Ahora en serio, tienes razón. Supongo que no soy el único a quien alguna vez le han entrado ganas de tirar la baraja a la basura, tras, por poner, desquiciantes intentos de una dada de centro. Y lo cierto es que es inevitable volver a caer. En mi caso, por ejemplo, cuando vivía en Almería, durante muchos años, apenas mantuve contacto con magos y nada que no fueran los pocos libros que tenía. El no poder compartir con otros lo que sabía me llevaba con el tiempo a apartarla en cierto modo. ¿Pero qué pasaba cuando veía a un buen mago hacer de las suyas? Pues que enseguida me entraban ganas de desempolvar mis viejos libros. Algo así me ocurrió, por ejemplo, cuando siendo pequeño fui al Congreso Nacional de Granada. Tan buen hacer por parte de nuestros profesionales me llevo irremediablemente a retomar el camino desatendido, jejejej Ahora en Madrid, como estoy en contacto periódico con magos, parece difícil poder abandonar tan bella afición. Esto, por un lado, porque por el otro está lo que tú muy bien has dicho, Alber. Ha veces te llegas a emocionar incluso más que tu público si compruebas que has logrado conmoverles. El caso de los niños, además, es especial; o eso creo. Aunque esto es aplicable para cualquier tipo de público, la sonrisa y emociones de un niño, tan puras, bien merece el ensayo y el trabajo que esconde cada juego.

Pues ya que el tema lo da, te puedo contar que a mi me paso algo parecido con un niño también.
Estaba yo de invitado en el show de magia de mi profesor en un teatro, era un domingo y habia poca gente , pero bueno era como una practica para comenzar a relacionarme con el ambiente tras bambalinas, etc. Hice una carta en la naranja con desaparicion dentro de un FP y algo de fuego (con papel flash), el cual luego d ever al publico me parecio algo inadecuado ya q en mayoria la gente eran niños.
Pero a pesar de eso al final del espectaculo un niño se me acercó y me abrazó espotaneamente, cosa que de verdad me sorprendio y me puso alegree ...otros deseaban fotos, etc.
Es interesante ver como uno mismo se motiva con la emocion del publico, y es verdad que cada dia amo mas la magia...

Todas las historias me parecen geniales,pero esta última en la que la magia se amolda a una persona especial me parece de lo más bonito que he oido nunca. Enhorabuena

Véctor

Hermoso. Y como me dijo mi maestro: "La mafgia es otra forma de expresar amor"