MAGO: fué el nombre original de los seguidores del maestro y profeta persa Zoroastro, quienes practicaban un ritual que incluía verter leche, aceite y miel sobre una llama, mientras entonaban rezos e himnos. La religion de los "magos" [del latin magus, 'hechicero', entendido como persona que pretende dominar las fuerzas naturales invocando lo sobrenatural, del griego 'mágos', y éste del persa antiguo 'magush' o 'magi' (sacerdote)] fue incluyendo paulatinamente otros elementos esotéricos de origen babilónico, tales como la astrología, de demonología y la que sería llamada después 'magia'.
Hacia el siglo I, los magos eran reconocidos en términos generales como una casta, independiente de hombres sabios y apreciados como buenos adivinos. Por eso, cabe decir que los Reyes Magos -que, según el relato bíblico vinieron de Oriente a adorar al niño Jesús- eran en realidad tres hombres sabios -pero no monarcas ni gobernantes-. Para distinguirse de los demás, vestían una banda en la cintura y llevaban un haz de juncos fuertemente atados con una cinta. Entre sus cometidos estaban todo lo relativo a los ritos religiosos y la ciencia, la evocación de los espíritus, la convocación de los poderes ocultos mediante el uso de determinadas sustancias y fórmulas, la adivinación del futuro y la interpretación de los sueños y de los libros sagrados, el trazado de horóscopos y la práctica de todo tipo de artes secretas -que fueron llamadas genéricamente 'arte mágica'-. Por todo eso, gozaron de gran influencia y poder en los asuntos mundanos. En términos generales, hoy la magia se divide en dos categorías principales: negra y blanca. La negra engloba todo aquello -brujería, hechicería e invocación demoníaca- que se practica para matar, hacer daño o satisfacer el propio egoísmo. Por su parte, la blanca tiene por objetivo eliminar o paliar los efectos de la negra, para lo que se sirve, entre otras, de la astrología, la hipnosis y el uso de hierbas.
Hacia el siglo I, los magos eran reconocidos en términos generales como una casta, independiente de hombres sabios y apreciados como buenos adivinos. Por eso, cabe decir que los Reyes Magos -que, según el relato bíblico vinieron de Oriente a adorar al niño Jesús- eran en realidad tres hombres sabios -pero no monarcas ni gobernantes-. Para distinguirse de los demás, vestían una banda en la cintura y llevaban un haz de juncos fuertemente atados con una cinta. Entre sus cometidos estaban todo lo relativo a los ritos religiosos y la ciencia, la evocación de los espíritus, la convocación de los poderes ocultos mediante el uso de determinadas sustancias y fórmulas, la adivinación del futuro y la interpretación de los sueños y de los libros sagrados, el trazado de horóscopos y la práctica de todo tipo de artes secretas -que fueron llamadas genéricamente 'arte mágica'-. Por todo eso, gozaron de gran influencia y poder en los asuntos mundanos. En términos generales, hoy la magia se divide en dos categorías principales: negra y blanca. La negra engloba todo aquello -brujería, hechicería e invocación demoníaca- que se practica para matar, hacer daño o satisfacer el propio egoísmo. Por su parte, la blanca tiene por objetivo eliminar o paliar los efectos de la negra, para lo que se sirve, entre otras, de la astrología, la hipnosis y el uso de hierbas.