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No sé si alguien habrá tenido la paciencia de leer el artículo que escribí para el número homenaje a Pepe Carroll, en el que contaba algunas cosillas de el otro Carroll, Lewis Carroll, el autor de "Alicia en el país de las Maravillas"del que Pepe tomó sus apellido artístico. Me pareció curioso, y por eso lo puse, que tantos escritores famosos de literatura infantil y juvenil fueran aficionados a la magia, y mencioné a Saint-Exupery, el autor de "El principito", y a la misteriosa desaparición de su avión -con él dentro- mientras volaba en una misión aliada. Pues leo hoy en la web de "El mundo" que han aparecido los primeros restos de su avión, frente a las costas de Marsella, lo cual puede aclarar qué fue lo que ocurrió. Estaré al tanto.
Sobre la faceta mágica del señor que imaginaba elefantes merendando serpientes cuando el resto sólo encontraba sombreros, os dejo este enlace.
Está en frances, idioma del que yo sólo conozco tres palabras (madame, oui y yellow), así que si algún francófono es tan amable de traducirlo, me podré enterar de algo.
http://www.saint-exupery.org/home/fr_inv_magie1.htm
Saludos, y ya sabéis que, como dijo el zorro, "lo esencial es invisible a los ojos".
Ángel

Angel,

Te cuento, más o menos, con mi francés de todo a cien lo que pone en el artículo.

Cuenta que los juegos de cartas de Saint-Exupéry (S-E) eran parte de su pequeña historia, y que los realizaba habitualmente en las sobremesas, a petición de los presentes y de muy buena gana.

Normalmente, se dirigía a un espectador y, con voz grave, le decía: "Míreme a los ojos... ¡No piense en nada!". A continuación, tamborileaba sobre la mesa con los dedos de su mano derecha: "¿Seguro que no están pensando en nada? Bien, entonces elija un carta..."

A continuación, o bien le dejaba el mazo al espectador para que cogiera una carta o bien iba pasando los naipes ante sus ojos. Después, visiblemente divertido pero todavía en un tono serio decía: "Ah! ¡Es muy difícl, muy difícil...!"

Finalmente, se acercaba los dedos a los ojos, en un gesto de concentración y apuntaba: "¿Está seguro de que es el 10 de diamantes la carta que has visto?" Y carta elegida aparecía inmediatamente.

El artículo a añade que S-E disfrutaba con las reacciones de sus espectadores, que las damas quedaban obnubiladas y que sus miradas daban a entender la existencia de un pacto de S-E con fuerzas invisibles.

Cuenta que incluso un día, un ingeniero le llevó a un aparte y le pregunto: "Usted es mago, ¿no? ¿Qué intenta probar cuando da la vuelta a la carta?"

Después de sus juegos, S-E se daba media vuelta y se marchaba lleno alegre y lleno de júbilo.

Los espectadores menos crédulos estudiaban detalladamente los gestos y las palabras del escritos para concluir, despistados: "Gran habilidad manual, excelente memoria visual".

Pero cuando ellos trataban de repetir el mismo juego de cartas, siempre se olvidaban de lo esencial: la prodigios intuición de S-E.

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Y hasta ahí el artículito, traducido un tanto a mi aire.
No sabía que S-E también hiciera sus magias. 'El principito' es uno de mis libros de cabecera. Releerlo con los años es una gozada, porque vas descubriendo detalles que antes pasaron inadvertidos.

Es una lección de poesía, de inocencia, de psicología, de humanidad, de amistad. Es un poco de magia hecha literatura.

Un saludo mágico,

Javi Noriega

eN MI PAGINA WEB EN MENU- EL LIBRO ELEGIDO HAY ALGO DE S-E

Gracias, monsieur Noriega.
A ver si hablamos un día, colega Gustavo. Está muy bien tu página.
Ángel

LO MISMO DIGO DE TUS OBRAS