Me ha parecido muy gracioso y que podemos utilizarlo para representarlo a nuestro estilo. Se puede escenificar esta comedia entre dos personas: el mago y su ayudante, o entre el mago y un niño compinche que pretende corregirle, o bien el mago contar la historia de lo que le pasó una vez , y representar él los dos papeles mientras cuenta la historia. En salón se hace en una pizarra con atril, y de cerca sobre un cuaderno.
Para la división utilizan aquí una disposición a la que no estamos acostumbrados en España, hay que adaptarla. Nosotros, para dividir, ponemos el dividendo a la izquierda, el divisor a la derecha y dentro de una cajita, el cociente en la parte inferior de la cajita, y las operaciones de resta van debajo del dividendo hasta llegar a la última, que es el resto. Pero aquí ponen el dividendo en el centro, el divisor a la izquierda y dentro de una cajita, el cociente a la derecha y dentro de otra cajita, y ya las operaciones siguen yendo debajo del dividendo hasta llegar a la última, que es el resto. Se puede convertir fácilmente a nuestro modo de operar.
Y creo que la comicidad más alta se da cuando son dos ayudantes, como en el vídeo, porque así queda como más obvio que el que se equivoca es el mago, porque si dos personas están de acuerdo en lo mismo parece más contundente. O con tres, uno que le rectifique la división, otro la multiplicación y otro la suma, y que los tres tengan muy claro que da 14 y que no comprenden cómo el mago puede pensar que 25 entre 5 da 5. Y si los ayudantes son niños, mejor, y además cabreados: "Parece mentira, tan mayor y no sabe ni contar. Nosotros nos examinamos cada día de esto, pero él, como hace ya tanto tiempo que aprendió las operaciones... ¡Al colegio tenía que volver este tío!"