Título del Tema

Pues mira luis, yo sinceramente te tengo que decir que copio mucho, es decir, que cuando hago algo, copio la presentación de algunos magos, hay veces que me invento yo la rutinilla.

El otro dia hablando con juan Escolano me comentaba que no sabia como presentar el Dinamic Coins. Pues bien yo lo presento de la siguiente manera:

la pila de monedas es bin laden

las dos cajitas son afganistan y pakistan

y mis manos los americanos.

obviamente bin laden salta de un lado hacia otro y al final desaparece.

no voy a poner toda la rutina porque si no te aburria mas de lo que lo estoy haciendo jeje.

venga. un saludito mágico

En mi opinión, el tema de la charla es algo muy personal, que depende mucho del personaje. Sin embargo, creo que si podemos marcar unos temas generales en los que movernos.

1) Podemos dar un discurso científico, o pseudo científico, o, estirándolo un poco más, de ciencias ocultas (que en el fondo también tienen un discurso pseudo científico).

2) En juegos con historia suele ser bastante atractivo recurrir precisamente a la historia, o si no a la geografía (contar una historieta ambientada en lugares lejanos o exóticos). Que una baraja tenga reyes y reinas también ayuda.

3) Es también frecuente hablar de supuestas cualidades "humanas" de los objetos mágicos, monedas, cartas, etc... (la carta ambiciosa, siguiendo al líder, monedas simpáticas)...

4) La nostalgia, algo que supuestamente nos pasó cuando éramos niños, y ahora queremos repetir delante de nuestro público.

5) Aunque no es tan frecuente, podríamos basarnos en argumentos de películas, actualidad, etc...

6) La política es también un tema que sale de vez en cuando. Sin embargo, es delicado, porque es muy fácil ponerte a una parte del público en contra, si ironizas sobre "los suyos".

7) También hay juegos "picantes", pseudoeróticos, en los que también hay que medirse para no herir susceptibilidades (dependerá de la situación y el tipo de público, en una despedida de soltero probablemente es lo que esperan).

Por último (de los que se me ocurren ahora), está el tema del juego, los tahúres y sus trampas, o más extensamente, el azar y la probabilidad.

Pienso que, aunque aparentemente la charla sólo sirve para la magia hablada, ésto no es así, porque es necesario que la magia no hablada tenga un argumento, un guión, para que tenga sentido. Al fin y al cabo, estamos interpretando, y nuestras acciones, la ambientación, y todo lo demás, debe tener un sentido.

Aunque el caso del mentalismo, que supongo que es el que más te interesa, parece obligado a estar en el primer punto de los que he puesto, pensando un poco seguro que puede tener al menos matices de los otros.

En el fondo, supongo que es como cualquier otro arte. ¿Qué temas son válidos para un cuadro para una película, para una novela, para un cuento, para un monólogo?

Un dato más, obvio, pero necesario: hay que dominar un poco el tema del que se habla. Por mucho que se hable en contra de la cultura, hay que hablar con propiedad (incluso aunque nuestro personaje haga todo lo contrario y juegue a la anticultura, para eso hay que "conocer a tu enemigo").

Seguro que me he dejado bastantes más temas de charla en el tintero, pero otros foreros cubrirán esas lagunas, o yo mismo si se me ocurren.

Saludos.

Esto de copiar es un tema muy delicado , porque ¿Hasta donde somos nosotros y hasta donde somos nuestros maestros?

Hace poco intente analizar mi magia y me di cuenta que aunque sin quererlo ,estaba muy influenciado por Tamariz , y en mis números incluia el Tachaannn y algun chiste con el nombre del espectador que improvisaba de vez en cuando.

Ahora intento no copiar , pero ¿Cuanto de lo que hago está influenciado y absorvido al leer a mis ídolos y al estudiarlos? , ¿Cuanto de mi magia es mia y cuanto de los demas?

Es muy dificil , quizás solo los genios hagan algo que sea el 100% suyo , de echo muchos de los gags o las charlas que tienen los grandes maestros tambien son copiadas.Por ejemplo si por ejemplo Lavand coge un poema de otro autor¿ acaso no esta usando un poema que no es suyo? , ¿Por que no compone el otro poema para el juego?
Ojo , con esto no critico ni mucho menos a Lavand (Solo faltaria , para mí es uno de los grandes) ,solo quiero decir que es muy , pero que muy complicado ser 100% original , ya que:

P.D. Este post viene por el hilo que abrió Pardo y con esoe no pretendo decir si Pardo copia , se inspira o es original 100% porque por desgracia no he visto su espectaculo.Lo aclaro por si se malinterpreta.

yo soy yo y mis circunstancias.

[Cristóbal]

Este es un tema demasiado interesante como para que se pierda.

Por favor, retomad este hilo.

Pues yo quiero romper una lanza a favor de la no-presentación ocurrente, es decir, a favor de presentar los juegos tal y como son: describiendo con calma, claridad y educación qué tienes sobre la mesa, qué haces, qué está sucediendo y porqué (causa mágica).

Lo de las presentaciones y charlas originales son algo que a veces se te ocurre, pero otras veces no y no pasa nada. Y ojo, que yo las escogería con pinzas, es decir, que una presentación o charla original tiene que ir genial, como anillo al dedo para el juego, tener un encanto especial. Porque en la mayoría de las ocasiones creo que pueden enturbiar el desarrollo del juego.

Si yo te hago elegir una carta y te digo que la cubras bien entre tus dos manos, y para adivinártela digo que esa carta es un navegante que iba en su barco, que es la baraja, y que arribó a una isla que es el espectador, y que como llovía se escondió en una cueva que son las manos del espectador, pero allí había un espíritu, que soy yo, que puede ver en la oscuridad, así que yo estoy viendo que la carta es un tres de picas...Pues me parece que estoy enturbiando el juego. Y si al siguiente juego hago lo mismo, mucho peor, recargo la actuación de viajes imaginarios.

Y eso que adivinar una carta es un juego pobrísimo que merece adorno, pero si hago lo mismo con un juego rico como los cubiletes, y digo que las tres bolitas son Alicia, Pedro y Juan que se van a sus casas, y entonces Juan se lía con Alicia y aparece en su casa, pero que Pedro tiene celos y atraviesa por el tejado para sorprenderlos...Pues no me acaba de gustar del todo, me parece que estoy desviando la atención de la belleza limpia de los efectos.

Así que soy partidario de seleccionar ese tipo de charlas, muy buenas pero poquísimas, y la mayoría de los juegos, desnudos, pero atribuídos a poderes mentales, poder de la varita, coreografías mágicas, etc (ese tipo de fantasías sí que me gustan para adornar). Y luego, para justificar cualquier cosa o cualquier objeto que se utilice, se puede inventar una excusa imaginativa o graciosa.

Lo de cómo crear presentaciones es un poco un arte basado en las experiencias previas. Es como inventar una receta de cocina, que es más fácil si antes has hecho o estudiado cientos de recetas de Arzak, Adriá, Bocuse...y entonces creas una, pero a hombros de gigantes.

Y bueno, yo no soy tan anti-copiaje. Creo que si uno no es una primera figura de la Magia, no está mal copiar presentaciones, ni copiar recetas, ni cantar música de otro autor, ni representar una obra de teatro que no hayáis escrito vosotros, siempre que lo que copies sea la técnica y la presentación, pero no las características del personaje de forma que la gente vea en ti al otro, eso es imitar, que es diferente. Y si es una presentación originalísima y que lleva dentro un poco del personaje, pues tampoco (no veo bien calcar las presentaciones de René Lavand, por ejemplo, porque ellas son el propio René).

Vamos, que yo veo la rutina de cubiletes de Dai Vernon, y si la hago igual no me da verguenza, siempre que la presente tal y como yo soy y no imite a Vernon. Fusilar un número completo de Magia de escena, eso ya no, por supuesto, y tampoco copiar un juego original de un mago concreto que sólo lo haga él, porque es pisarle un poco el éxito. Si leo un juego de Tamariz en un libro suyo y me encanta tal y cómo es y veo que no puedo mejorarlo con ideas mías, pues lo hago así, sin esforzarme en cambiarlo para hacerlo mío. Eso sí, intentaré no ponerme gafas, ni emplear sus bromas y dejes, ni decir tachán (que cuando yo era pequeño también caía en esos tics miméticos, jeje )

[Cristóbal]

Bueno, digamos que la presentación no es siempre una historia con una personificación de los objetos que estemos usando.

La presentación es el por qué pasan los efectos mágicos. Por ejemplo, si adivino una carta ¿La adivino porque leo la mente? ¿O porque veo a través de los sólidos? ¿O porque he memorizado el resto de las cartas de la baraja y sé cual falta? ¿O me la comunican desde la nave nodriza (como decía Lennart Green, jajaja)? Eso es lo que hay que determinar y luego se busca una charla que refleje la presentación que queremos transmitir.

¿Inspiraciones para encontrar una buena presentación o charla? Muchas: libros, cine, documentales, música, vídeo-clips, etc.

Por ejemplo, una vez cree un juego basándome en la historia de una canción de Mecano (esta si era una personificación de las cartas y tal, pero no tiene porque serlo siempre).

Otra vez me inventé una presentación para un juego de mentalismo inspirado en un programa de Inteligencia Artificial (tema que me interesa mucho como informático).

Muchas veces se te ocurren las cosas accidentalmente. Pero también se puede trabajar hasta encontrar la presentación que necesitas. Por ejemplo, una vez me empeñé en hacer un juego usando un poema. Me cogí un libro de poesía y me leí hasta que encontré un poema que encajaba a la perfección con un juego que hacía (no se hace el juego mientras recitas, el poema va metido dentro de una charla más amplia).

También, cuando quiero transmitir una sensación o hacer un tipo de efecto concreto busco películas, documentales o vídeos para estudiar el efecto o sentimiento que quiero transmitir.

La música, películas, video-clips, fotografías artísticas ayudan mucho a buscar una estética (no es exactamente presentación, pero influye en ella, creo yo).

De los libros de magia también se puede sacar mucho, pero pocas veces aportan una presentación con la que me sienta a gusto. Lo que sí suele pasar es que leyendo un juego se me ocurra que puedo usarlo para una idea que tenía pensada o para combinarlo con otro juego y hacer una rutina sobre un tema que me interese, etcétera, etcétera.

Los espectáculos de otros magos también son fuente de inspiración. Pero uno debe de ser lo suficientemente maduro mágica y artísticamente para no copiar ni plagiar. Hombre, si es un presentación a la que eres capaz de sacarle un jugo distinto al que le saca el artista original, y consigues hacer algo diferente, me parece genial.

Tienes mucha razón, Grendel. La presentación es cómo haces llegar ese juego al público. Presentación es movimientos (alguien que calque los movimientos de Copperfield en el bastón bailarín - espero no tener nunca que verlo , porque en esa presentación está el propio Copperfield hecho baile - está presentando el juego de igual forma que él, y no se dice palabra alguna). Presentación es justificación del porqué de los aparatos o de las acciones, es la causa con la que se explica el milagro aparente, es la secuencia de los pases, es ese detallito de en medio o el sobrefinal añadido, es la forma de disponer a los espectadores sobre el escenario o en sus asientos y dónde nos ponemos en relación a ellos y a los objetos, es cualquier variación respecto a los efectos de la rutina: añadir, quitar, sustituir, modificar...

Y también es la charla. Dentro de la charla, está la que explica el porqué ocurre eso, la que cuenta una historia personificando los objetos, la que cuenta una historia pero sin personificar (como la del Siempre seis y el mago del que aprendiste el juego), la que cuenta una historia mímica o coreografiada, la que aporta un tono cómico y los chistes, bromas o situaciones concretas que emplea, la que procura determinados matices en la atmósfera mágica en determinados momentos, así como ritmos, cadencias, crescendos...

E incluso, la presentación puede ser también el no hacer nada más que poner el juego con claridad a disposición del análisis del público, que como digo, es una que me gusta mucho, pero más incluso como espectador que como ejecutante. Me gusta dejarme envolver en el misterio de algo incomprensible, sin más historias. Sin embargo, como dije en otro hilo, me gusta que mi Magia sea como soy yo, como sale de mí, no que sea como desearía yo que fuera. Por eso, últimamente no me encorseto y me dejo llevar por mí mismo sin tantos cuidados como antes. Son etapas.

[Cristóbal]