Presentación, psicología, técnicas teatrales,...
#70857 por Daroca
08 Dic 2006, 23:22
Creo que un hallazgo importante sobre mí mismo que he hecho recientemente es distinguir entre dos Magias: una cosa es la Magia que me gusta ver, y otra, la Magia que soy.

Me refiero a que si me gusta un tipo de Magia, puedo caer en la tentación de querer hacerla. Sin embargo, he llegado a la conclusión de que no tiene que ser así. No es la Magia que queremos o que admiramos, la que tenemos que hacer -ésa existe para admirarla y aplaudirla en los magos que la practican-, sino la Magia que somos. Cada uno tiene un estilo personal, que es sencillamente su forma de ser en su vida cotidiana. Así tiene que ser nuestra Magia. Me puede gustar este estilo o aquel otro, pero si trato de caminar en esa dirección (no digo imitarlos, que está claro que es un error, sino elegir esa orientación o dejarse influenciar por esas formas o modos), puede ocurrir que me esté apartando de mí mismo y que sea una alienación artística.

¿Cuál es mi Magia, la que llevo dentro, la que he nacido para hacer? Observemos cómo soy en mi vida cotidiana. ¿Soy gracioso, serio o solamente con unas pocas notas de humor en mis conversaciones? ¿Cómo cuento las cosas? ¿Qué tipo de cosas cuento? ¿Soy extrovertido o introvertido? ¿Extenso o breve? ¿Hablo rápido, normal o lento? ¿Superficial o reflexivo? ¿Elegante o campechano? ¿Soy romántico o misterioso, o sencillo, o audaz, o reflexivo, o coloquial?... Así tiene que ser mi Magia, porque de otra forma no seré yo, y perderá todo el brillo que puede llegar a tener.

Dime cómo haces Magia y te diré cómo eres. Este refrán adaptado a la Magia tendría que ser verdad. Algunas veces no lo es, porque cuesta renunciar a algo que deseamos. No es nada fácil ser honrado, sincero, humilde, auténtico. En la medida en que este refrán sea cierto, habremos hecho florecer en nosotros el mago que somos.

Creo. :wink:

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