Presentación, psicología, técnicas teatrales,...
#164730 por PacoSanchez
17 Abr 2013, 16:32
Muy buenas chicos, me gustaría plantear esta reflexión, para que opinemos todos

Hace ya varios meses que me vengo preguntando el por qué hago magia, y parece que ahora es cuando empiezo a encontrar la respuesta: No es otra que la magia me permite contar mi visión del mundo (como todas las artes), a través de un imposible

Claro, que para llegar a ese punto (que todavía me queda), hay que pasar por muchos sitios. El primero de ellos, me tocó reconocer que mi magia no me llenaba como debería, claro, porque centraba mis esfuerzos en el efecto, en el más dificil todavía, y no en mi persona

Os cuento una pequeña anécdota: Preparando el número del fism del año pasado, la SEI con Fer Figueras a la cabeza nos preparó una serie de shows para rodar el acto. Pues bien, un dia, probé a hacer mi versión de la dama inquieta (en la que de verdad me responsabilizo,, y me desnudo, metaforica y artisticamente hablando)

La conclusión fue demoledora: El número del fism gustó al público, pero lo que les encantó fue la dama. Y yo me dije ¿Pero Paco, estás viendo lo que acaba de pasar? ¿No te das cuenta de que un acto que llevas preparando 3 años y que ha recibido varios premios ha quedado mil veces por debajo de un efecto clásico, con técnicas conocidas, y que dura 7 minutos menos?

Y desde entonces estoy en este camino, preguntándome mil cosas y siendo consciente de que la mayoría de los magos no somos artistas (me incluyo)

Por supuesto, este proceso de introspección y autoconocimiento me está resultando muy duro, porque no es fácil conocerse a uno mismo, ya que descubres cosas de ti que no sabías que existian y que no tienen que ser necesariamente buenas. El encontrar la sinceridad para contigo mismo no es fácil, ni mucho menos

Pero chicos, ¡he vuelto a tener pasión por esto! ¡Me apetece de nuevo, sentar a alguien y decirle como veo el mundo! Me apetece contar historias reales y ficticias, desnudarme y jugar a contar verdades en un arte que miente por los cuatro costados. Pero contar mis verdades, o lo que yo creo que son mis verdades

En este proceso comencé a estudiar arte dramático (con lo que esto incluye: interpretación, ritmo, voz, verso, percusión, cuerpo, movimiento...) y es super gratificante empezar a conocerte (Para la vida en general, no solo para esto, dejas de poner excusas, y aprendes a fallar, y a reconocer que tienes derecho a equivocarte) para ir con la verdad por delante. Antes me sobrecogía profundamente que un espectador supiera un secreto y pudiera conocer el método de como estaba realizando el efecto. Pero ¿ahora? Ahora no. Porque siento que lo importante no es el juego, sino la comunicación empática y humana que se genera con tu publico

Y por eso abro esta discusión, para que me conteis como ha sido vuestro proceso si es que lo habeis tenido, y para animaros si estais en el o ni siquiera os lo habeis planteado

Ya el Maestro Juan Luis Rubiales escribió sobre esto en su bitácora. Gracias! http://rubiales.in/bitacora/menu-cuarto ... uno-mismo/

Y es que igual, la magia, este arte que tanto amamos, en un momento de tanta apertura y cambios, ya no tenga que basar su esencia en el secreto, sino en el mago, en el artista. Qué más da que alguien le cuente a un amigo cómo hace René el juego de las migas ¡Da igual! ¡Qué me importa!

Ya me lo dijo Juanlu un día: 'Paco, lo que yo busco es que el espectador no salga de mi show queriendo ver mas magia, sino que quiera volver a verme... ¡a mí!'

Pero claro, este proceso es un compromiso contigo mismo que no termina en dos dias, que no finaliza con comprarte el wow o la baraja invisible. De hecho, no creo que termine nunca

Pues eso, ¡dejemos de ser juegos, para comenzar a ser nosotros, y, esperemos, podamos llegar un día a trascender como artistas!

O a lo mejor esto es una ida de olla, pero hay algo dentro que me grita que no, que este es el camino

Y vosotros ¿qué opináis?

Paco Sánchez
#164731 por Juanma González
17 Abr 2013, 17:08
Una reflexión muy interesante, Paco. Y es que has ido a tocar nada menos que uno de los conflictos para mi más difíciles con los que un mago (o en general, un artista) se puede encontrar.

Mi experiencia en el mundo de la magia, sobre el tapete y el escenario, apenas ha empezado. No puede ni de lejos compararse a la tuya, ni por duración, ni por reconocimiento. Tampoco es el tema... lo importante es que a pesar de las diferencias, el quid de la cuestión me toca a mi y de seguro tocará a muchos otros.

¿Qué hace al juego de las migas y el pocillo de René Lavand una pieza tan arrebatadora? No es el efecto, ni tan poco el método: es el corazón del artista. Nadie me pediría a mi jamás que hiciese el mismo juego porque una vez lo vieron hacerlo a un anciano mago argentino: querrán verlo de nuevo a él realizándolo (Acertadísima la reflexión de Juanlu que mencionas).

¿Qué le hace a él o a cualquier otro mago únicos? Yo creo que su vida.Tu vida. O la mía. Las experiencias vitales moldean al artista, y el esculpe y pule mediante herramientas como la voz, la inflexión, las pausas, los movimientos.

Recientemente actué en una gala de magia de cerca, aquí en Valencia. Tras ver el vídeo de la actuación, puedo analizar que pases estuvieron muy bien, cuales necesitan estar más depurados, que efectos llegaron más y cuales menos... Pero lo que más me preocupó al terminar el visionado es que vi muy poco de mí en lo que mi rutina proyectaba. La rutina en cuestión era un homenaje a Pepe Carroll... pero es que yo mismo parecía en muchos aspectos una copia barata de Pepe. Palabras, inflexión, gesto de las manos, vocabulario... ¡Vaya!¡En ese número hay mucho más que cambiar y pulir que unas técnicas o unos pases!

En el fondo, conviene no agobiarse y respirar hondo. A todos nos pasa, supongo. Cuesta encontrar la propia voz, y cada uno tiene sus tiempos. Le pasó al propio Pepe (se dice que en una época era todo un Tamarizillo) y le pasa a todo el mundo.

Por eso creo que lo importante es esto: la voluntad de encontrar esa propia voz. Y tu reflexión desborda por todas partes de esa voluntad de ir más allá, de trascender al efecto y a la técnica.

Por eso... ¡enhorabuena! Por que a partir de aquí, es sólo cuestión de tiempo. Lo creo firmemente.

Juanma González.
#164732 por Daroca
17 Abr 2013, 18:06
¡Muy bueno, Paco!

Pues ya que pides, vaya mi opinión personal, la actual, después de haber pasado por varias, y muy diferente a otras, las cuales respeto mucho.

He llegado a la conclusión de que no debo ser "esclavo del público" en cierto sentido, ni siquiera esclavo de una manera concreta de hacer magia que me encorsete, sino liberarme de toda servidumbre, y a partir de ahí es cuando puede tener lugar el verdadero arte (en mi opinión).

Al decir esclavo del público me refiero a no buscar que el público se quede impresionado, ni siquiera que disfrute, y por tanto modificar mi magia o elegir los juegos en función de ello. Por supuesto que me encanta el éxito y que la gente se lo pase bien y se asombre y tal, pero no quiero buscarlo porque me quita la inocencia. Creo que el arte es algo que a ti te gusta y que comunicas a los demás, no tanto por los demás ni por su aplauso o aprobación, sino porque te quema en las manos, no puedes reservártelo sólo para ti, es tan bonito que tienes que compartirlo. Y puedes encontrarte con gente a la que le guste lo mismo que a ti y gente que no. Se trata pues de encontrar los tuyos, tu público. Es como el niño pequeño que por primera vez pincha cuatro palillos en una bola de plastilina y descubre que ha formado un hombre, y va corriendo a enseñárselo a todos: ¡Mira, papá, un hombre! ¡Mira, tío Paco, un hombre! ¡Mira, Juan, un hombre!... Y lo hace todo lleno de alegría. Y si su hermanito dice: ¡bah, que tontería!... es igual, ya buscará otro espectador, no se pone a modificar su obra para ver si consigue gustar a su hermanito.

Entonces, el arte consiste en olvidarse del público y ponerse a buscar para descubrir algo que te encante, que te fascine -en este caso un juego de magia-. Y admirarte de ello, el primer espectador eres tú, y dices: ¡oh, es maravilloso, es fantástico...! Se te iluminan los ojos. Y entonces te relames pensando la cara que van a poner los demás cuando lo vean, porque presientes que van a sentir algo parecido a lo que has sentido tú, y te preparas con toda ilusión una actuación. Si luego los demás no sienten lo mismo, pues mala suerte, ya encontrarás a alguien que sí. Hay emisor, hay mensaje artístico, y en cuanto encuentres un receptor ya habrá arte, es cuestión de encontrarlo (y antes o después se encuentra).

Esto ya lo dijo D. Alfredo Florensa Casasús: tu repertorio ha de ser una colección de juegos de los que estés orgulloso, que para ti sean redondos, perfectos, maravillosos, y entonces transmitir esa ilusión tuya a los demás. Los momentos más excelsos que he vivido con la magia han sido los que pasaba con mi maestro Nikolo. Bien, pues cuando le llamaba por teléfono para decirle que iba a ir a su casa, le decía: "_Tengo joyas. _¿Sí? ¿Pero joyas o superjoyas? _ Una superjoya, dos joyas y una joyita. _E iba y le enseñaba las joyas que había descubierto, que eran juegos que juzgábamos tan buenos que les dábamos el nombre de joyas. Y luego él me enseñaba algo de su amplio bagaje: _"Mira, qué bueno es esto. ¡Es que es bueno! ¡Esto sí que es bueno!" "Mira este juego con el pañuelo, cómo va cambiando de color lentamente ¡Es precioso!" "Mira este otro juego, la forma de deshacerte de gimmick y quedarte limpio, es que mira que es bueno esto, coño!". Y luego cada uno en su casa contemplaba las cajas donde guardaba su material y sus juegos y decía como Gollum: mi tesooooro. Valoras lo tuyo, te enamoras de tus creaciones artísticas. Y claro, en el momento en que haces algo de eso a un público, se te nota en la mirada que vives enamorado de eso que haces, y el público lo percibe, y si no, allá ellos. Tú eres feliz si el público disfruta, pero no vas a plegarte para que lo hagan, tienen que disfrutar con lo que tú eres y tú amas, y si no, lo siento mucho.

Así que ahora estoy en ese plan, en que no busco el éxito, no busco que quieran seguir viendo magia, ni que me quieran seguir viendo a mí. No busco nada. Simplemente descubro una cosa bonita y la comparto. Y si tuviera yo un gusto tan raro que a nadie le gustara lo que a mí me gusta, seguro que en alguna reunión de magos encontraría a un sufrido principiante que le guste tanto la magia como para que por lo menos a él sí que le guste sinceramente. Ya tendría espectador, en el peor de los casos. Ese es el sentido del arte, para mí: fascinarse por algo y compartirlo con los ojos brillando por el entusiasmo y con una sonrisa espontánea en la boca. Es como imagino que tuvieron que ser el griego que esculpía una estatua o el cavernario que pintaba una pintura rupestre, primero le encantaba a él y luego lo compartía a quien quisiera admirar su obra, sin obligar a nadie ni estar presionado por nadie. Eso es el artista puro, el que te enseña sus tesoros con toda su ilusión infantil. Todas las demás concepciones del arte las respeto mucho, pero no son mi rollo.
#164734 por PacoSanchez
17 Abr 2013, 19:55
Gracias por vuestras respuestas chicos

Daroca, creo que estamos hablando en términos muy parecidos, aunque pueda parecer lo contrario: Se trata de ir de dentro para fuera, de sacar lo que te emociona para poder seguir emocionándote en una búsqueda de comunicar cosas que no te puedes guardar

A lo mejor, el punto al que no te refieres, es el saber qué es lo que de verdad te emociona. Ese es el proceso de introspección del que hablo. Quién eres y qué esperas de la magia. Seguramente, con el devenir de los años, tu ya hayas realizado ese proceso aún sin darte cuenta

¿Qué no le gusta a nadie? ¡Pues chico, ya gustará! Pero es muy complicado que no tengas tu público. Cuando de veras pones el alma en lo que haces, eso es interesantísimo

El problema son los pasos que hay que seguir: Conocerte, saber que quieres de la magia, emocionarte con ello en el plano que tu quieras, y luego trabajarlo, trabajarlo mucho, para poder ponerte delante del público con la seguridad y la templanza de tener todo bajo control, y decirles con la mirada, tu voz, tus gestos... que todo está bien. Que estoy delante vuestra para enseñaros lo que de verdad me gusta (y por ende, enseñarte a ti mismo y tu visión de la vida, de desnudarte y decir: Aquí estoy, quiero compartir esto y sois parte fundamental de mí, os quiero)

Ese momento de armonía contigo mismo y con tu público es lo que yo siento que debo buscar

¿Qué mas da que la carta cambie de color? Lo que más interesa a las personas son las personas, se mire por donde se mire, y tenemos la suerte de estar en un momento de la historia donde podemos hacernos este tipo de preguntas

Tenemos la suerte, y creo que el deber, de responsabilizarnos con nosotros mismos y comprometernos a sacar lo mejor.

Tenemos el derecho y el deber de ser nosotros, o eso es lo que siento en estos momentos

Paco Sánchez
#164740 por momo
18 Abr 2013, 09:16
Paco, te respondo en plan breve. Ya he hablado contigo alguna vez que tras muchos años de hacer magia delante del público, había perdido en gran parte la ilusión por nuestro arte. El hecho de tener una actuación suponía más una obligación que otra cosa, y esa es una de las peores cosas que le pueden pasar a un aprendiz de artista.

El caso es que de un tiempo a esta parte estoy dándole vueltas a lo mismo que tú. ¿Quién soy yo, y qué magia es la que me define como (aprendiz de) artista? Pero el camino para descubrirlo es muy, muy difícil. Como me dijo Rubiales: "Cuando la gente se va de tu actuación, ¿recuerdan haber visto a un mago o recuerdan haberte visto a ti?". La respuesta es muy sencilla: cuando alguien me ha parado por la calle porque me habían visto actuar en algún lado, me han llamado: "¡Oye, mago!". A esa persona yo no le había supuesto ninguna diferencia con otro mago cualquiera.

Una dificultad añadida es cómo llevar las inquietudes de uno mismo al plano de la magia. Encontrar un efecto que quieras contar, que te defina y que te llene, todo a la vez, es realmente complicado. Una de las dificultades que tengo muchas veces es que me cuesta distinguir entre los efectos que me gustan como público a los que me gustan como mago. Hay muchos efectos que me encanta ver, pero luego los intento hacer yo y no me siento cómodo. No soy yo.

Así que agradezco los comentarios, y sobre todo las pistas e ideas, de aquellos que habéis conseguido llegar a vuestro auténtico personaje o estáis en el proceso de conseguirlo.

Un saludo.
#164741 por Miguel AJO
18 Abr 2013, 09:50
Interesante, muy interesante este tema.
Yo también estoy convencido de eso...Lo primero y lo que está por encima de todo es el artista y eso es lo que nos "salvará" ante esta tromba de información y accesibilidad del profano a las trampas.
Lo que tiene que ser es " El mago X haciendo el juego Y" y no " el juego Y hecho por el mago X".
La magia es un modo de expresión artística...y por tanto tenemos cosas que contar, que decir, qué expresar.
Cada uno tiene un mundo interior y eso se tiene que ver...la gente te tiene que conocer y reconocer al verte hacer magia ( sea tu "Yo persona" o tu "yo mago" si te has creado un personaje).
En una conversación con Armando Lucero junto con Jose "Que soy Yo" nos decía que el mago tiene que vivir experiencias, hacer cosas, en definitiva tener un mundo interior rico y atractivo, porque eso es lo que tiene que aflorar cuando haces tu magia.

Yo tengo claro que hago la magia que me gusta y como me gusta....y si le gusta al público encantado....pero no soy capaz de hacer algo con lo que no me encuentre agusto, o que me sienta "falso" sólo porque el público se vuelve loco.

Cuando hago magia y cuento cosas...siempre son ciertas...si hablo de mi abuelo es porque es verdad, y si cuento que vi un trilero en la calle Preciados cuando iba al podólogo porque tengo los pies planos...es porque es cierto.
Intento contarle a la gente las cosas que me gustan, las que no, como fué mi infancia, cuales son mis películas favoritas y la única manera que sé hacerlo es a través de la magia.
Si fuera un pintor pues pintaría cuadros para expresarme, pero soy mago ( o al menos intento serlo).

Es un camino muy exigente porque hasta que no siento que he puesto el alma en un juego...no lo hago y eso hace que me cueste mucho aumentar el repertorio.
Recomiendo el Artículo de Miguel Gómez " Por qué hacemos los juegos que hacemos".

Paco, a ver si coincidimos y te veo ahora la magia que haces.

Salu2 Miguel AJO

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