Título del Tema

En la rotura y posterior recomposion magica de una carta. ¿no seria mas magico que la carta apareciera arrugada y doblada, que no lisa entera salvo el trocito? ¿No daria la sensacion de precisamente ser un duplicado por estar tan lisa y entera?

Es decir, falta el trocito porque se lo quedo el espectador, pero a fin d e cuentas la carta se ha roto "Ha sufrido un daño", luego al aparecer entera se "Ven" los signos de ese daño" en forma de arrugas irregulares o como sea, haciendo que sea mas real el efecto.

¿No seria mejor y mas creible asi que no presentar una carta mas bien lisa y sin arrugas?

Salu2.

Pues sí, Moñiño, es una idea muy interesante y muy aceptable. Es más creíble. De todas formas el que salga sin dobleces tiene también su puntito, y es que si el mago es capaz de recomponerla, por lo menos que la planche... es decir, que lo que hace el mago no sólo es una recomposición sino una restauración, dejarla hecha un pimpollo. Es más brillante en ese sentido, pero conservar los dobleces es más creíble y puede tener más potencia, aunque tiene algo de "penoso", de "sí, la ha recompuesto, pero esa carta ya tiene que ir a la basura porque así no se puede jugar con ella...". Así que en mi opinión, ambas alternativas son válidas y las dos están muy bien. Saludos.

Gracias Daroca, pero creo que esto da para mas. Imagina, en la carta al limon o la naranja, sale inevitablemente enrollada, arrugada y con zumo. Hay quien la envuelve en papel albal. a mi eso no me gusto, pero ¿Podria justificarla diciendo que soy tan buen mago que no solo la recompongo, sino que la saco como nueva y envuelta en celofan u albal para que no se manche, toma ya?
Quiero decir, el pofano, hasta cierto punto, sabe que la magia no existe, por lo que no tendria justificacion o sobraria envolverla en albal, o que salga como si fuese recien sacada del estuche. ¿No evidenciariamos mas una duplicidad?
¿Habria que analizar cada caso?
Ademas si le falta un trozo, tampoco la puedo usar mucho mas. Salu2

PD: Estoy cosiendo con hilo los trozos de una carta, para la version Kaplan. Asi al pasar la aguja es como que se ha recompuesto cosiendose, porque le atibuyo el poder a la aguja. Para probar con niños y adultos, a ver que reacciones saco de unso y otros.

Es cierto, Moñiño, lo del celofán tampoco me gusta a mí y conozco a más de un mago que tampoco. El otro día precisamente hablamos de ese tema en una reunión. Un par de magos propusieron la solución de hacer desaparecer también un trozo de celofán, para que carta y celofán pasaran al interior de la naranja y así hacer que tenga más sentido el que salga con celofán. Sin embargo yo prefiero sin celofán, y si sale con un poco de zumo pues que salga así (es lo normal si pasa dentro de una naranja).

El tema de sacarla con dobleces o planchada es el de plantear el efecto como una recomposición o como una restauración. Creo que ambas opciones son muy aceptables, y lo que estás probando de los trocitos cosidos también es muy bueno. Es verdad que si a una carta restaurada y planchada le falta un trocito, tampoco serviría (aunque después podría recomponerse el trocito), pero se da la impresión de que lo que toca el mago lo deja como nuevo, no que simplemente lo recompone sino que lo deja muy bien presentado, como para llevárselo a casa. Da más la idea de duplicidad que si se conservan los dobleces, es verdad, pero tampoco es que sea demasiado sospechoso y sigue teniendo lógica y es bonito. Por eso creo que las dos opciones son muy válidas. Conservar los dobleces (o bien coserla) es una idea genial, desde luego, pero para mi gusto personal no hay una concepción superior a la otra, están las dos en empate... Para mí son válidas las dos y que cada cual elija la que quiera. Yo me veo utilizando cualquiera de las dos, según me dé.

En la versión de David Williamson están las dos fases, es decir, primero se recompone la carta con los dobleces y luego la "plancha" dejándola como nueva. Aunque es cierto que como cualquiera de sus rutinas, esta también pierde un 50 % cuando no es él quien la hace .