La Dama inQuieta

Depende del tipo de magia y del juego en concreto. No sé mucho de manipulación, pero supongo que ahí la rapidez es esencial, lo mismo en grandes ilusiones, por ejemplo, en Metamorfosis: cuanto más rápido el cambio más visual y más espectacular.
En magia de cerca y cartomagia casi me inclino más por la lentitud: cualquier pase, por rápido que sea, se nota, y es más, casi la rapidez lo desvela o indica. He visto hacer falsos depósitos en los que la mano que "deja" la moneda o la bola de esponja en la otra parece que "rebota" de la otra como si le hubiera dado un calambrazo. Y casi que la lentitud ahí despista más: si lo hace tan lento no puede estar haciendo trampas. Una cuenta Emsley, Hamman o un TPC hechos lentamente no se notan (si están bien hechos, claro), sobre todo si se hacen con la misdirection adecuada, sobre todo psicológica (no se puede atender a dos estímulos a la vez): en la increíble rutina de Tamariz en FISM'73, muestra "diferentes" comodines y llama la atención a sus "diferencias" (unos más sucios, otros más viejos) llevando la atención a su aspecto y no a lo que realmente está haciendo. Igual con la Emsley: si llamas la atención sobre si las cartas se están girando de dorso ellas solas, pasa desapercibido si alguna se ve dos veces.

En este articulo no hablo del momento del ardid, sino más bien en las pausas para llegar a transmitir, está claro que existen los efectos flash, pero aún así entiendo que hay pausas, por ejemplo, el de la metamorfosis en el baúl, una pausa antes de que la asistenta levante el velo que la tapará, foto mental del espectador, llega el efecto flash, todo rapidísimo, pero en el momento en que se vuelve a bajar el velo, mago. Foto mental, dos pausas en el efecto, antes y después.
No se si me explico...