Presentación, psicología, técnicas teatrales,...
#141465 por AlfonsoSHCD
14 Dic 2010, 01:38
Sólo quería abrir un hilo de reflexión acerca de si sabemos o no estar en un escenario como espectadores. Los aplausos, todos lo sabemos, nos saben muy bien, y nos dan ánimos durante y nos premian después de la actuación. Pero creo que no sabemos distinguir, nosotros los ilusionistas, entre cuándo es preferible o incluso bueno aplaudir. La magia da para mucho, y se pueden presentar muchos espectáculos de magia. Por ejemplo, un espectáculo de magia de cerca con tono cómico creo que es más susceptible de aplauso, digamos, efímero, que un espectáculo de magia en escenario, con una puesta en escena y un desarrollo más... Profundo me sale decir, aunque no quiero que se me malentienda, ya que igual de profundo puede ser un juego de cartas que un acto de ilusionismo de escena. A veces el aplauso sólo logra detener el ritmo de un acto que transcurre a través de efectos mágicos. Este tipo de actos, creo, han de ser paladeados hasta el final, como cualquier obra de teatro, por ejemplo. Por ello creo contraproducente el interrumpir con aplausos cada vez que aparezca un pañuelo o desaparezca un cigarro. El espectáculo ha de conseguir que la atmósfera mágica envuelva todo y que nos olvidemos de que estamos ante un mago que hace trucos que hay que felicitar cuando se producen. Si bien no me estoy expresando bien, he puesto un enlace a un vídeo que creo ilustra perfectamente este asunto. Es el acto en La Coruña del grupo mágico portugués (si no me falla mi fuente) ta na manga, en el cual se puede presenciar un acto con un ritmo fantástico, narrativo y que busca un desenlace a través de una historia en la cual se suceden escenas ilustradas con magia. El narrador va hablando, mientras el ilusionista hace el papel del protagonista cuya vida es narrada. El problema que aquí presento, es que instintivamente los magos se ven empujados a aplaudir cada vez que el ilusionista hace algo considerado como truco, lo cual elimina, al menos para mí, gran parte de la atmósfera que podría lograrse. Además, el aplauso, al ser tan continuo, se nota vaciado de sentido, pues se escucha arrancar de forma automática, sin poder verse como un auténtico premio.
Creo que ganaríamos mucho si nos planteásemos nuestros aplausos como algo más importante, y nos olvidáramos de insertarlos como interrupciones en los espectáculos de magia. Asimismo, creo que debería haber un cambio en muchos espectáculos de escena que, habiendo acabado una parte del acto, buscan con una sonrisa y un gracias el aplauso que justifique un parón en el ritmo. En mi opinión, el aplauso si es merecido, debería esperar al final, a menos que, en ocasiones especiales, se de un hecho especial que los pida a gritos, como es habitual en el Jazz en directo, pues los aplausos se funden con el propio ritmo de la música, aunque ésta vaya a uno, y los aplausos a ninguno.
Os dejo con esta maravilla de acto:


Mientras veía otro vídeo, he encontrado un tipo de acto que admite y exige realmente aplausos intermedios por su humor y su ritmo propio. Si se analizan las diferencias entre los aplausos, se podrá ver a qué me he estado refiriendo:
#141542 por Alkantara
16 Dic 2010, 01:40
Alfonso, como veo que nadie entra al trapo de "los aplausos", te diré mi opinión.
En un concierto está mal visto aplaudir al acabar un movimiento de una sinfonía. Te miran como un mal educado. Las pausas entre movimientos se usan para toser, mover el programa, estirar las piernas o abril el papel de un caramelo. Solo se aplaude la final.
En el teatro, incluido el musical, el público es libre de manifestarse con sus aplausos en cualquier momento: para subrayar una frase, premiar un aria, un monólogo o un mutis (salida de escena). Con eso no se rompe la unidad del acto teatral. Todo lo que está ocurriendo allí es una pura convención. Así es en nuestra civilización occidental. Es posible que en Oriente los hábitos sean otros.
En magia ocurre lo mismo, el público subraya lo que le ha gustado o sorprendido.
En magia de salón o de escena existen técnicas para provocar el aplauso. Basta con ver algunos DVD en los que te aconsejan que después de hacer tal movimiento inclines la cabeza y abras los brazos con, por ejemplo, la cuerda en la mano o los aros... Pero estas técnicas de nada sirven si tú no posees una buena técnica mágica.
Lo que si es cierto es que los magos, como público, tenemos tendencia a aplaudir cosas que nos sorprenden por apartarse del canon establecido para tal manipulación. Más que nada para presumir de "connaisseurs". Detalles que al profano le pasan despercibidos.
#141544 por AlfonsoSHCD
16 Dic 2010, 02:51
Absolutamente de acuerdo. Pero aún así queda lo que señalo como feo. Porque hay muchos aplausos que no premian nada, que se hacen automáticos con la siguiente fórmula:
Mago hace lo que se conoce como efecto -> tengo que aplaudir.
Lo que aquí se da es la falta absoluta de espontaneidad. Es el aplauso en magia que viene sólo, automático, porque parece que todo efecto por sí debe ser aplaudido, aunque rompas la dinámica. Lo que dices acerca del aplauso libre ("En el teatro, incluido el musical, el público es libre de manifestarse con sus aplausos en cualquier momento: para subrayar una frase, premiar un aria, un monólogo o un mutis") no es lo mismo. Convencional, sin duda. Pero sigue siendo libre, y siendo algo que premia algo que lo merece. Si con cada "truco" aislado se aplaude, se indica que el aplauso es efecto necesario de la causa truco, sin más. No expresa, al fin, ninguna emoción. El valor del aplauso cae por los suelos. No es lo mismo aplaudir cada truco que cada momento excepcional. Y es ahí donde voy. No sé, me da mucha pena que pase...
#141547 por serjo
16 Dic 2010, 10:00
Mi experiencia es la siguiente es fácil saber cuantos magos hay en una sala cuando hacemos pesadilla o super amazing, percibes montones de aplausos desubicados o por inercia cuando hay colegas mientras que si hay muchos o todos profanos sus apalusos tienen un respeto diferente para su aplauso... la diferencia entre el profano y el mago en los aplausos es apabullante...
En algunas puestas en escenas hay gestos , guiños o pausas que indican o "educan" cuando se ha de aplaudir durante un acto esto la mayoría de las veces no es decifrado o leído dentro de nuestro mundo y si lo es por los profanos...
En un acto del tipo narrativo realmente los aplausos mal dados son un factor que corre en detrimento del espectáculo... y son muy difíciles de contener, atajar o que no se produzcan...
Los aplusos finales bien encausados pueden ser demoledores, y un simple detalle puede marcar la diferencia entre un público con un aplauso efórico a un público en pie...
Esto nos sucedió este año en Francia durante una gira de 15 dias por la Normandía. SPONTUS, un mago, diseñador de GI y con nociones de dirección nos pidió permiso para poner una música en el final del acto y nos aseguraba que el cambio pondría al público en pie, solo le pedimos que respetara un silencio que para nosotros es necesario teatralmente y que no queríamos sacrificar... Lo cierto es que respetando ese silencio puso una música que iba en consonancia con el número (no rítmica opción fácil para generar un aplauso obligado y que no me gusta nada) lo cierto es que los 12 días restantes desde el inicio del experimento el público terminaba en pie apludiendo y prolongando muchisimo los aplausos. Los últimos dias durantes los saludos del final de la gala (actuabamos en medio) puso en segudo plano la misma música provocando la misma reacción que la gente nos despidiera de pie... algo con lo que hemos alucinado... siempre se aprende algo nuevo.
#141573 por pacogalo
17 Dic 2010, 13:54
En teoría el único espectáculo dónde se respeta y está el público educado para esto, es en los conciertos de música clásica. Y a veces falla y un grupillo arranca con el aplauso, y he tenido experiencia en un concierto de llegar el momento de aplaudir y no hacerlo nadie, por no conocer que la obra había finalizado, el concertista se levantó he hizo saludo y quedó claro.
En la música clásica está justificado este tipo de educación, porque molesta el más mínimo ruido y porque los silencios o intermedios forman parte de la concentración y disfrute de la obra.
El mundo de la electrónica con los micrófonos y altavoces, ha llevado a que en el cine y algunos espectáculos se pueda hasta comer y realizar sonidos o murmullos que serán tapados por los Watios de potencia del equipo de sonido.
Estoy de acuerdo con lo que has comentado Alfonso, pero el cámino de reeducación para que los aplausos se produzcan en su justa medida es muy laborioso, aunque un paso lo has iniciado tu, con este foro.
Saludos
P.D. La curiosa técnica de poner al público en pie, que ha comentado Serjo, puede falsear la realidad de que el espectáculo haya sido un éxito, es parecido ha si coloco a personas en las primeras filas y después de un buen rato que hasta apetece ponerse de pie, estos compinches lo hacen, el resultado es claro...
#141577 por AlfonsoSHCD
17 Dic 2010, 15:27
Pero creo que lo que dice Serjo nada tiene que ver con compincheo, sino con usar maliciosamente la potencia de un tema musical que, seguro, potenciará emociones, como pasa tantas veces en el cine, camino tan bien desarrollado por el suspense, pero siempre presente.
Y el tema es que los magos pensemos en esto. Lo que ha escrito Serjo creo que es un ejemplo perfecto: la culpa es de los magos, no de los espectadores normales. Refiriéndonos a los espectáculos de magia, somos los que no sabemos qué significa aplaudir. Somos nosotros los que tendríamos que reflexionar.

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