Cuando actuamos (especialmente de cerca) hacemos un juego, otro, otro. Seguimos porque vemos que lo que le estamos ofreciendo a nuestro público gusta. Sin embargo a veces no tenemos en cuenta dónde está la frontera entre el asombro y el cansancio.
Con la experiencia de los años, he comprobado que aunque nos quedemos con ganas de hacer más efectos, llega ese momento en que hay que saber terminar.
Aunque en nuestro maletín queden efectos sin hacer, tenemos que darnos cuenta que el momento ha llegado y hay que regojer y terminar.
El límite, aunque tenemos que determinarlo nosotros, no debe pasar de ese tiempo en que pueda llegar la indiferencia y el aburrimiento. Si fuera así, echaríamos por tierra el trabajo anterior.
¡¡ Digo yo !! Saludos, Melgar
Con la experiencia de los años, he comprobado que aunque nos quedemos con ganas de hacer más efectos, llega ese momento en que hay que saber terminar.
Aunque en nuestro maletín queden efectos sin hacer, tenemos que darnos cuenta que el momento ha llegado y hay que regojer y terminar.
El límite, aunque tenemos que determinarlo nosotros, no debe pasar de ese tiempo en que pueda llegar la indiferencia y el aburrimiento. Si fuera así, echaríamos por tierra el trabajo anterior.
¡¡ Digo yo !! Saludos, Melgar
La baraja es el biberón del mago. (Melgar Dixit)