Hay un detalle que nunca me ha gustado, y es cuando un mago hace un juego de magia a otros magos y algunos o alguno de ellos hacen una cosa que quizá nos recuerda a los malos espectadores profanos, en el sentido de hacer comentarios chistosos en medio del juego, rompiendo el ritmo y la atmósfera mágica, la concentración del actuante, o simplemente desviando la atención del público hacia ellos.
Es difícil a veces, y hasta disculpable, porque cuando a uno se le ocurre un comentario gracioso, le quema dentro, parece que tiene que soltarlo porque es como una pena que ese comentario no vea la luz... y más cuando entre magos hay una confianza especial y a lo mejor un cachondeo y amigueo previo con bromas y demás, pero creo que tenemos que hacer un esfuerzo por aguantarnos. Y la mejor forma es que se cree una conciencia colectiva de que "eso está mal" y cuando alguno de nosotros hagamos eso, que los demás nos digan: por favor, silencio, para que otra vez nos sintamos más cortados y nos cueste más hacer la gracia.
Un segundo detallito que no me acaba de agradar sería ponerse a comentar la parte técnica del juego, cuando a lo mejor el que lo ha hecho no quiere que la conversación vaya por ahí con su juego, no por ocultarla sino porque a lo mejor valora la impresión artística que ha creado y no quiere entrar en explicaciones en ese momento, y en otro sí. Uno espera encontrar esa impresión mágica en sus amigos y se encuentra con que reaccionan diciendo: sí, está bien, el empalme está bien hecho, lo que quizá cambiaría es el orden de los efectos, porque... y ahí te va a ir mejor meter esta técnica, mira... o yo tengo una versión sobre este juego que es lo mismo pero que además... Creo que hay que esperar a que el actuante levante la veda con alguna pregunta o un comentario técnico, para lanzarse a despedazar el juego. Y mirar si esa veda es para analizar el juego tal y como está o también el mago está abierto a recibir alternativas y soluciones, porque a algún mago puede estar muy enamorado de su versión y puede molestarle las correcciones y las proposiciones de hacerlo de otra manera (salvo en casos de falta de cobertura, que se le note, vamos).
Habría a lo mejor más cuestiones dentro de este tema, como si un mago puede ponerse a hacer magia a la gente que tiene al lado antes o después de la actuación de un colega, etc, que es más discutible.
Pero de todo, lo que me repele más son esas gracias y comentarios cuando otro hace un juego. Con profanos no me sorprende, pero con magos de público sí que me choca bastante. No lo digo por nada ni nadie en concreto, es que estoy con un vídeo de una conferencia de magia donde sucede esto de los chistecitos y comentarios durante la ejecución de los efectos, y he dicho: lo voy a decir públicamente, hombre. Cuando un mago actúa, silencio, salvo los aplausos, los ohs, las risas y contestar las preguntas que haga.
Es mi opinión ¿eh?
Es difícil a veces, y hasta disculpable, porque cuando a uno se le ocurre un comentario gracioso, le quema dentro, parece que tiene que soltarlo porque es como una pena que ese comentario no vea la luz... y más cuando entre magos hay una confianza especial y a lo mejor un cachondeo y amigueo previo con bromas y demás, pero creo que tenemos que hacer un esfuerzo por aguantarnos. Y la mejor forma es que se cree una conciencia colectiva de que "eso está mal" y cuando alguno de nosotros hagamos eso, que los demás nos digan: por favor, silencio, para que otra vez nos sintamos más cortados y nos cueste más hacer la gracia.
Un segundo detallito que no me acaba de agradar sería ponerse a comentar la parte técnica del juego, cuando a lo mejor el que lo ha hecho no quiere que la conversación vaya por ahí con su juego, no por ocultarla sino porque a lo mejor valora la impresión artística que ha creado y no quiere entrar en explicaciones en ese momento, y en otro sí. Uno espera encontrar esa impresión mágica en sus amigos y se encuentra con que reaccionan diciendo: sí, está bien, el empalme está bien hecho, lo que quizá cambiaría es el orden de los efectos, porque... y ahí te va a ir mejor meter esta técnica, mira... o yo tengo una versión sobre este juego que es lo mismo pero que además... Creo que hay que esperar a que el actuante levante la veda con alguna pregunta o un comentario técnico, para lanzarse a despedazar el juego. Y mirar si esa veda es para analizar el juego tal y como está o también el mago está abierto a recibir alternativas y soluciones, porque a algún mago puede estar muy enamorado de su versión y puede molestarle las correcciones y las proposiciones de hacerlo de otra manera (salvo en casos de falta de cobertura, que se le note, vamos).
Habría a lo mejor más cuestiones dentro de este tema, como si un mago puede ponerse a hacer magia a la gente que tiene al lado antes o después de la actuación de un colega, etc, que es más discutible.
Pero de todo, lo que me repele más son esas gracias y comentarios cuando otro hace un juego. Con profanos no me sorprende, pero con magos de público sí que me choca bastante. No lo digo por nada ni nadie en concreto, es que estoy con un vídeo de una conferencia de magia donde sucede esto de los chistecitos y comentarios durante la ejecución de los efectos, y he dicho: lo voy a decir públicamente, hombre. Cuando un mago actúa, silencio, salvo los aplausos, los ohs, las risas y contestar las preguntas que haga.
Es mi opinión ¿eh?