Presentación, psicología, técnicas teatrales,...

#103665 por Daroca
16 Jul 2008, 15:43

#104465 por Daroca
30 Jul 2008, 23:57



Hablemos primero de la mirada. No se trata esta vez de la mirada como técnica de cobertura, como procedimiento para distraer la atención, sino de la mirada como recurso fundamental para la comunicación mago-público.

Juan Tamariz, en Los 5 puntos mágicos habla de esos hipotéticos HILOS que se establecen entre el artista y cada uno de los espectadores cuando les mira, hilos que se destensan cuando ha pasado un tiempo y que conviene volver a tensar.

Esto tiene una utilidad evidente cuando somos espectadores, que es sentir que el juego está dedicado a nosotros, no sentirnos "voyeurs" o espectadores-espía que ven a un mago actuar, sino espectadores a quienes el mago se dirige personalmente. Nos está mirando a nosotros -sentimos-, está actuando para nosotros; en ese momento dejamos el papel de espía y nos sentamos en el trono real ante el que el mago rinde pleitesía.

Esa personalización la da la mirada, y hace que el espectador se sienta agusto. Estamos actuando para él y él lo sabe.

Pero podríamos hablar aquí, antes de proponer una interesante técnica para mirar, de otro concepto más interesante que éste, otra finalidad de la mirada. Se podría llamar cambiar el epicentro mágico, del efecto al mago.

¿Qué hay en el centro exacto de la Magia? ¿De dónde emana esa convulsión, ese terremoto de la Magia? ¿Qué hay en su epicentro?

¿El epicentro es el efecto o es el mago? He ahí el dilema. Un dilema que parece muy teórico pero que tiene consecuencias potentísimas según se cambie de uno a otro epicentro. Se puede decir con mucha razón que el epicentro es el propio espectador, pero hablamos ahora de la percepción que tiene el espectador de lo que está viendo. ¿De qué foco ve él surgir la Magia?

Si en el centro de la Magia está el efecto -que es la manera habitual de presentar ilusionismo, y desde luego como lo concebimos nosotros-, el mago es únicamente el presentador de ese efecto. El público se admira y se divierte con lo que está ocurriendo, y eso se lo trae el mago, a quien aplaude agradecido.

Pero si en el centro de la Magia está el mago (que es lo que se consigue propiciando un contacto visual moderadamente continuado), lo que importa es la relación directa entre personas, el espectador y su mago, el mago y su espectador. Es una seducción, y el efecto es un pretexto para la seducción. La admiración y el divertimento se van a seguir produciendo, aunque quizá en un grado menor para dejar paso a un elemento quizá más interesante, que es la comunicación.

Dice Gabi en sus conferencias: "El que encantas eres tú". No encanta lo que hacemos, sino que encantamos nosotros. Y eso es un punto de vista para el que los magos solemos estar ciegos: nos centramos en el juego, y nuestra fuerza es su imposibilidad y su grado de entretenimiento. Sin embargo, para el profano, no es así. Al profano le interesa la Magia, pero le interesamos también nosotros; es más, le interesamos más nosotros que la Magia (a no ser que sea un mago o alguien que le chifle la Magia, en cuyo caso atenderá a lo que hagamos con ojos de halcón).

Un espectador normal, creo que no percibe un milagro realizado por un mago, sino a un mago realizando un milagro. Pero nosotros solemos quedarnos "detrás del mostrador", como funcionarios que presentan un papel a firmar, donde lo que importa es el papel y nosotros somos unos empleados del Estado. ¿Somos unos empleados de la Magia? Quizá por timidez lo seamos y cifremos nuestra valía mágica en la potencia del efecto. A lo mejor no está ahí el tema. Es como el chico que para ligar más se apunta a un gimnasio o se aprende chistes (o juegos de Magia); o los miles de chicas que para que se fijen más en ellas se compran ropa "a la última", creyendo que a los chicos lo que nos enamora es lo bien que siguen las últimas tendencias y lo bien que les pega ese cinturón con la hebillita de esos zapatos tan monos; o se martirizan por perder un kilo y medio que creen que les sobra y que por culpa de eso dejamos de mirarlas. No va por ahí la cosa, ¿verdad? Pero El Corte Inglés, Zara, Mango y Stradivarius no se lo va a decir nunca.

Lo que quiero decir es que al espectador no le llega un efecto, sino un hechizo, un encanto. Ese hechizo está formado por nuestro encanto personal, a la par que el efecto que realizamos. Y si sólo existe lo segundo, el espectador podrá desmayarse de la impresión, vale, pero no llegará a la cima de lo que es ver Magia. Porque a ver: conseguir ojos como platos o desmayos, si se pudiera, ¿es nuestra meta? ¿No hay más que bocas abiertas y ratos divertidos en la Magia? ¿O es algo más?

La Magia es un lenguaje y dice cosas, no mensajes racionales sino inconscientes. Cuando un mago NOS LLENA no es porque haya puesto una moneda sobre la mano del espectador y se haya difuminado poco a poco sin tocarla, para reaparecer flotando en el aire en el punto que se elija de la habitación y ser recogida en el aire por el propio espectador. Sería un efecto bestial si se pudiera hacer, ¿verdad que sí?. ¿Sería entonces el colmo de la Magia?

No, yo creo que la Magia es algo más que un imposible, ni siquiera es simplemente belleza, porque una rosa sin nadie que la mire, posee belleza pero no es bella; tiene aprobada la carrera de Belleza con matrícula de honor, pero no ejerce, no le ha salido trabajo. La Magia es una seducción, un encanto, un hechizo. Quiero que un mago ME LLENE, que un cantante de ópera ME LLENE, que una película ME LLENE. No me vale solamente ver levitar un coche en medio de la calle, o escuchar una interpretación técnicamente perfecta de un gran compositor, o pasármelo muy bien en el cine. Todo eso no es el Arte con mayúscula.







Pues bien, la MIRADA y la SIMPATÍA son las llaves para cambiar el epicentro mágico. Pasar de que este epicentro sea el efecto a que seamos nosotros. El juego va a ser el mismo, pero la percepción del espectador puede ser bien otra. A lo mejor perdemos un poco de que el espectador se quede blanco de la impresión, si somos nosotros más protagonistas de lo que éramos, pero al trabajar la comunicación vamos a hacerle sentir mejor, vamos a LLENARLE más con la Magia. Si lo que buscamos con la Magia es abrir bocas y que nos digan que en sus vidas han visto algo tan increíble, estos conceptos teóricos no son para nosotros; pero si lo que buscamos es que el espectador viva un momento mágico (no que vea Magia sino que viva Magia), tendremos que cambiar el epicentro mágico, quitar al efecto (conservándolo en la periferia) y poner al mago en el centro de ese terremoto.
















:arrow: TÉCNICAS DE MIRADA Y SIMPATÍA


Vamos ahora con un par de técnicas para cuidar la mirada y la simpatía casi sin darnos cuenta.

Una técnica que me gustaría proponer es EL BARRIDO DE MIRADAS. Se trata de que en los momentos en que alzamos la vista para mirar, vayamos barriendo de izquierda a derecha al público. Por ejemplo, una vez miramos a una zona de la izquierda, la vez siguiente que levantamos la vista (o a continuación de la mirada anterior, si no hemos bajado la vista) miramos hacia una zona de un poco más a la derecha (pero a los ojos de personas concretas), y así vamos recorriendo todo el frente de espectadores que tenemos ante nosotros. Y quien dice "zona" dice un solo espectador, sin son pocos. Y si es un patio de butacas o gradas escalonadas, el barrido tendrá que producirse a diversas alturas cada vez, es decir, barriendo las zonas altas, después las medias, después las bajas y vuelta a empezar. Lo interesante de esta técnica es que al tener nosotros una pauta para ejecutarla, se puede convertir en algo inconsciente, de modo que no tengamos que pensar adónde miramos; sencillamente seguimos el itinerario que hemos de seguir porque siempre lo hacemos así, porque estamos "adiestrados" para ello. Una vez que comencemos a practicarla en todas nuestras actuaciones ya será algo acostumbrado y que no nos costará. Tensaremos todos los "hilos" sin esfuerzo y sin pensar qué zona está más descuidada de miradas; vamos barriendo por orden. Quien quiera que la pruebe, sin compromiso. :)





¿Y la técnica para la SIMPATÍA? ¿Cómo se consigue ser simpáticos al actuar? Bien, en el hilo dedicado a HABLAR, comentábamos la herramienta de la SONRISA. Si conseguimos medio-dominar la SONRISA, ya prácticamente estará solucionado el tema de la SIMPATÍA. La SIMPATÍA es mucho más amplia y con más elementos que el de la SONRISA, que sólo es uno de esos elementos, pero en el país de la SIMPATÍA, la SONRISA es sin duda la reina, y cuando está ella presente luce el sol en todo el país.

De todas formas, para perfeccionar más el tema de la SIMPATÍA o por si a alguien le cuesta un poco el tema de la sonrisa, una forma de trabajar la SIMPATÍA es intentando ser simpáticos en la vida cotidiana. Si lo dejamos para el momento de la actuación, no nos va a salir. Hemos de ser simpáticos ya, sin hacer Magia, así se nos quedará "el tic".

¿Y cómo se consigue ser simpático? Pues no consiste en decir chorradas para que se ría la gente, ni en ser educado, ni en interesarse por los problemas ajenos, ni en elogiar, ni en mecionar el nombre de la otra persona cuando hablamos, ni en hacer favores, ni siquiera en sonreír. Todo esto ayuda y viene en todos los tratados sobre simpatía (como en el famoso "Cómo ganar amigos" de Dale Carnegie). Ser simpático es ser comunicativo. A medida que alarguemos un poco más las conversaciones rutinarias cuando nos encontramos con alguien; a medida que saludemos a quien no teníamos el porqué saludar, o que crucemos dos frases con quien solamente saludábamos, en esa medida iremos cambiando el tono de nuestra comunicación, y sin darnos cuenta seremos más simpáticos sin saber bien qué estamos haciendo para serlo. Las personas se sienten importantes cuando se les dedica tiempo, y es en esa dedicación de nuestro tiempo cuando ven que nos interesan, cuando les caemos simpáticos, no cuando somos educados o sonreímos con esa sonrisa social tan triste.

Con esta técnica, por tanto, la SIMPATÍA no sería algo a tener en cuenta cuando actuamos, sino cuando no actuamos; y esperar que cuando actuemos nos salga, se nos noten los "músculos de simpatía" que se nos han desarrollado en el gimnasio de la vida cotidiana. Porque encontraremos que en cuantas más ocasiones practiquemos la SIMPATÍA, nuestra forma de dirigirnos a los demás, va a cambiar, vamos a tener más gracia, nos vamos a volver casi sin quererlo más dicharacheros, y eso se va a notar cuando actuemos. Las personas no son comunicativas porque hayan nacido simpáticas, sino que son simpáticas porque nacieron comunicativas, y al comunicarse, la SIMPATÍA te va saliendo ella sola, es un músculo que se entrena al utilizarlo.



:shock: :P ¿Pero todo esto no son chorradas?-dirá alguno.

Bien, no sé; puedo no tener razón. Sin embargo, es una impresión personal bastante fuerte. Siempre me viene a la memoria una paradoja que me pincha bastante cada vez que pienso en ella porque me ha roto algunos esquemas. Asistí a una sesión de Magia de escena donde actuaban varios magos. Presentaban juegos elaborados, aparatos comerciales bastante caros algunos, y en concreto, uno de los magos era un verdadero perfeccionista, realizó doce minutos de un trabajadísimo número mudo con fondo musical en donde ejecutó multitud de efectos, bonitos, fuertes, bien presentados, sin tacha. Un trabajón de ensayo enorme. La parte de mago que hay en mí le hubiera dado el premio a éste ilusionita (suponiendo que hubiera un premio que dar).

Vale, pero actuaba también un viejo mago que solamente hizo una manipulación con una pelota de ping-pong, sentado en una mesa, para después explicar aparentemente cómo se hacia, a fin de sorprender con un nuevo efecto inesperado. Pues lo presentó con tal gracia y tal simpatía, que todos salimos encantados con esa "tontería". Nos había llenado, y así me lo dijo la gente con la que iba, no me había pasado sólo a mí. No es que al habernos divertido, y al valorar más la diversión que la Magia, prefiramos ese rato de diversión al otro de Magia pura y dura. No, es que habíamos visto Magia, quizá no tan variada ni tan fuerte en efecto como la de los otros participantes, pero Magia que nos llenaba.

Y a mí me daba mucha rabia esto, porque destrozaba un poco mi concepto de lo que era buena Magia. Como mago, hubiera preferido volver a ver al otro ilusionita, pero como espectador de Magia, me hubiera encantado ver de nuevo a ese otro mago simpático, en el mismo juego una y otra vez, y en todos los que tuviera en su repertorio. Daba gusto.

Magos que me han producido la sensación de simpatía enorme y envolvente: Juan Tamariz, Arturo de Ascanio, Rubiales, Michael Ammar, Julio Carabias,... En cambio, otros que van de simpáticos o graciosos, lo que me han producido es repelús. Algunas veces conozco a personas simpatiquísimas y me da ganas de iniciarles en la Magia, en vez de pretender que los magos sean simpáticos. Recuerdo al actor Jesús Puente cuando presentaba un programa de cocina y un concurso, en los primeros años de Tele5, y pensar que me encantaría presenciar un juego de Magia hecho por él.

La simpatía lo es casi todo, y quizá no nos enteramos. Bueno, o no, o a lo mejor estoy equivocado, que me suele pasar mucho.









Karlos Arguiñano. MAESTRO DE SIMPATÍA.
¿Por qué es simpático? ¿Por los chistes que cuenta? No, es por que le encanta comunicarse con la gente y es lo que ha hecho durante toda la vida, y sin darse cuenta ha desarrollado una sinceridad, una sencillez, una humildad, un palique, un optimismo, una naturalidad, que es un verdadero MAESTRO DE LA SIMPATÍA. No creáis que no sirve para nada ponerse una y otra vez los vídeos de los maestros. ¿Sabemos ya ejecutar los elegantes movimientos de manos de David Copperfield? A que no. Yo no, desde luego; pero bien que empleamos horas en aprender tal técnica cartomágica que tiene mil sustitutos, o aquella rutina de monedas de la que ya teníamos otra versión. ¿Nos ponemos con frecuencia el vídeo de Fernando Fernán Gómez? Debería ser una vez a la semana, en mi modesta opinión. ¿Leemos cada día en voz alta una charla de juego?

Escuchemos mucho a Arguiñano, que algo se nos pegará, porque ésta es la meta final del camino que queremos empezar a andar.
Última edición por Daroca el 07 Ago 2008, 18:32, editado 1 vez en total

#104853 por Daroca
06 Ago 2008, 17:03
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El tema de la sonrisa ya ha sido tratado en el hilo "Hablar". Así que aquí voy a exponer una opinión que me parece de mucho interés y con la que muchos no estarán de acuerdo en que le dé importancia.

La sonrisa es fundamental para dar un tono agradable. Bien, pues resulta que en España, en donde por estar en Europa -cuna de la moda y del culto renacentista al cuerpo humano- y con el nivel de vida actual, encontramos una afición al cuidado del vestido y del cuerpo (gimnasios, saunas, masajes, tiendas de moda, peluquerías...), no sé por qué, a los dientes no les prestamos mucha atención, mientras que en otros países sí que lo hacen.

Lo que vengo a decir es que si tenemos los dientes mal (o no-bien) y somos magos, tenemos que hacernos la ORTODONCIA. (Empezando por mí).

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Ya sé que Juan Tamariz no es un modelo de anuncio de clínica dental, pero es que su personaje es así. A él le van bien los dientes feos, el pelo salvaje y los vaqueros, porque es una especie de pillo-tahur muy simpático. Conocí a un mago con una imagen de gafas gruesas, ojos saltones y dientes prácticamente de conejo, que también le iba muy bien tener los dientes así. Estaba gracioso.

Pero los demás, no. A ver, no es que pase nada. Una sonrisa con una dentadura no perfecta, luce como el sol. Porque lo que percibimos de la sonrisa no es la forma sino el fondo. Pero sin desmerecer una sonrisa con dentadura imperfecta, la verdad es que el espectador ve... lo que ve. Y creo, en mi modesta opinión, que si una sonrisa brilla por sí misma, con la ortodoncia hecha, brilla el doble.

Yo nunca he entendido a esas mujeres que se cuidan tanto el pelo, la piel, el maquillaje y el vestido, que lleven unos dientes poco agradables. Me cuentan nuestros hermanos del otro lado del charco que han venido a trabajar a ésta su tierra, que hay países donde lo normal es ver a personas adultas con ortodoncia; sin embargo aquí parece que eso es cosa de niños o adolescentes, queda como bastante raro ver a un adulto con el aparatito para corregirse los dientes (yo hace mucho que no he visto a nadie mayor de 20 años, en cambio todos los días veo a gente que lo necesita; yo, el primero).

De verdad. Aunque no seamos magos, merece la pena porque la sonrisa es fundamental, pero siendo magos, más. En la sonrisa tenemos un arma potentísima de comunicación y encanto. Hagámosnos la ORTODONCIA (si tenemos dinero para pagarla) aunque estemos un año con el aparatito; no es ninguna vergüenza. Si nos preguntan, diremos: _"Pues sí, es que hace mucho que quería arreglarme los dientes porque los tenía un poco separados. Lo tenía que haber hecho de pequeño, pero no lo hice". La verdad. Y quedas como un rey.

Algunos hombres famosos elegidos por una revista femenina de Internet como de las mejores sonrisas.

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Drake Bell
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Cristiano Ronaldo
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Jensen Ackles
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Justin Timberlake
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Chayanne
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Luis Miguel






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Ya hemos tocado el tema de la gesticulación en los pases mágicos. Creo que un ejercicio buenísimo sería ponernos de vez en cuando el vídeo de David Copperfield que está unos mensajes más atrás, para intentar reproducir sus movimientos de manos. Es decir, vemos el vídeo y a la vez vamos moviendo las manos así. No es con el objetivo de calcar su estilo para copiarlo en el nuestro, sino para aprender elegancia y armonía, y que con ese espíritu inventemos nuestros propios gestos.

Pero este tema de hoy de la gesticulación se refiere, no a los gestos mágicos, sino a los gestos cuando se habla, cuando se expone la charla al público. ¿Qué hacer con las manos? ¿Qué hacer con el cuerpo? ¿Qué hacer con la cara?

Es cuestión de expresividad, y de algo parecido a lo que dijimos en el apartado dedicado a las expresiones faciales: soltarse. Este es un tema muy difícil de explicar con palabras, aparte de que yo no sabría. Creo que lo mejor que podemos hacer es intentar imitar los gestos del vídeo de un maestro, para que cojamos el espíritu, y en esa línea podamos hacer los gestos que queramos introducir en nuestras charlas.

Ya sé que soy un poco pesadito con el vídeo del pícaro de Fernando Fernán Gómez, pero es que la exposición que realiza es para mí perfecta. Ya la puse para el tema de la voz, y ahora la propongo para aprender gesticulación. Quien encuentre otro vídeo en donde se pueda aprender también gesticulación correcta, expresiva y no exagerada, que lo suba, por favor.


Este vídeo me lo estoy viendo cada día como inspiración para luego realizar el ejercicio de recitar una charla de juego (como decíamos en el hilo sobre "Hablar"). La cuestión sería ahora imitar los gestos de D. Fernando, es decir, a medida que lo vamos viendo, hacer nosotros los mismos gestos que hace él, pero sin hablar. Para no liarnos mucho, podemos hacer con la mano izquierda los gestos que él haga con la derecha y viceversa, para que sea todo como un espejo y no tengamos que pensar en lo del cambio de mano al estar enfrentado a nosotros.

Cuidado, que hay tres tipos de gestos:

1._Con las manos y los brazos.

2._Con el cuerpo. Pese a estar sentado, a Fernando Fernán Gómez le vemos llevar su cuerpo hacia delante (para expresar importancia en lo que está diciendo) hacia el medio (neutralidad) y exageradamente hacia atrás (para marcar pausa y asentamiento de lo que acaba de decir).

3._Con la cara. Tiene una expresión facial perfecta, porque no hay que confundir una exposición oral con una actuación de mimo. No realiza expresiones demasiado marcadas, como haría un mimo, sino comedidas. Pero consigue evitar la cara de palo de un monologuista sin llegar nunca a la exageración. Y hay que contar con que tiene el inconveniente de las gafas, que ocultan la principal arma expresiva: los ojos. Sin embargo, sólamente con sus cejas ya nos expresa. (Quizá, una buena medida para el que valore mucho la expresividad en Magia, sería quitarse las gafas para actuar o ponerse lentillas en estas ocasiones). Para empezar, podríamos olvidarnos de las expresiones faciales e imitar los gestos de las manos, brazos y cuerpo. Así nos soltamos y caemos en la cuenta de que para hablar tenemos algo más que una lengua: tenemos dos manos preciosas unidas a unos brazos utilísimos, un cuerpo que podemos mover aun sentados, y unos ojos y cejas que pueden recitar verdaderos discursos silenciosos.


#105030 por rubiales
09 Ago 2008, 15:04
Pues hablando de gesticulación y sonrisas, ortodoncias etc..., no puede faltar uno de los mas grandes magos del gesto, de la voz y del espectaculo. Señoras y señores... con todos ustedes...¡¡¡Louis Amstrong!!!

#105057 por El Gran Pantuni
10 Ago 2008, 10:59

#105062 por EduardoGaleano
10 Ago 2008, 12:52
Hola!
Sólo quería mencionar a un mago que para mí es actualmente una importantísima fuente de inspiración. Cada mañana, antes de ponerme a ensayar, miro algún video suyo. Hablo de Jason Latimer.



Esos hilos están bien tensos no? :clap: Además, perfecta expresión facial, perfecta sonrisa y lenguaje corporal. Normal que ponga a un público superexigente en pie.

Y sentado es igual de comunicativo, que envidia:

Por cierto, no hace mucho que estrenó su página, por si no la vieron...
http://www.latimeronline.com/

Un abrazo!
#105281 por Daroca
15 Ago 2008, 00:26
Muy bueno Jason Latimer, Eduardo. Y muy propio para este hilo. :) Jeje, Rubiales, ¿podríamos imaginar a Louis Amstrong sin sonreír? :D Muy bien, Carlos; a ver si el próximo soy yo.






Me gustaría resaltar a un par de artistas. El primero es Michael Ammar de joven, ese alumno aventajado de Dai Vernon en los vídeos de "Revelations". Aunque con los años ha ganado en expresividad y comunicación, es decir, que ha ganado como ilusionista... echo sin embargo de menos una suavidad y una elegancia que me encantaba, y que se ve en los vídeos de juventud. Pongo un par para fijarnos únicamente en esa suavidad y elegancia que hace decir al profano: "Estoy viendo a un ilusionista como siempre he pensado que tendría que ser, no uno que se dedica a ello simplemente". Y ya digo que es preferible el actual Michael Ammar al de sus primeros años, porque ahora es más natural y llega al público, cosa que antes no tanto y hasta era un poquito afectado en su voz,... ¡Pero esa elegancia y suavidad! ¡Guau!... :alabanza:









Y el otro: ¿Alguien recuerda o sabe algo de NILSSON?

Nilsson.jpg
Nilsson.jpg (17.53 KiB) Visto 1024 veces


Creo que debe seguir en activo, porque he buscado y figura en una agencia de espectáculos de Mataró.

Es que, aunque su especialidad es el Pickpocket, recuerdo haberlo visto en un programa de televisión veraniego de hace muchos años realizando trucos de Ilusionismo de cerca con cartas y esponjas. Y me impactó fuertemente por la finura en el manejo, la tranquilidad, la seguridad, el aplomo, la forma de hablar llena de serenidad, la increible suavidad y delicadeza de sus movimientos. Realizaba técnicas clásicas, fácilmente sustituibles por otras menos difíciles, pero me dio la impresión de que quería escoger el camino más difícil como reto. Me pareció inmediato deducir que esa seguridad tenía mucho que ver con la confianza que hay que tener para ejecutar bien un número de Pickpocket. Quedé fascinado por esa lentitud, ese acariciar las cartas, ese hacer lo que le daba la gana delante del público sin problemas...

Me encantaría ver algún vídeo suyo, pero no hay nada.
#106187 por Daroca
02 Sep 2008, 00:06
:arrow:

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¿Tenemos que hacernos la manicura? Unas manos medianamente o poco cuidadas parece que dan igual mientras que la carta doble no se descuadre, el falso depósito sea completamente engañoso o que la rutina esté bien construída.

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Las mujeres se fijan muchísimo en las manos del mago y en su estado. No es que actuemos para ellas (¿o sí? :lol: ), pero son el 50 % del público y a veces más. Y sé que estoy siendo un poco pesado diciendo lo mismo a lo largo de muchos mensajes, pero se fijan en cosas que no podemos imaginar a no ser que nos las digan. Yo recuerdo que una vez, al preguntar a una chica qué le había gustado más de un determinado juego -con el que yo quedé bastante contento-, me contestó que el aspecto nuevecito de la baraja. :fever:

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Aunque no entiendo muy bien su mundo, sin embargo creo que ya alcanzo a comprender algunos parámetros, y por eso pido disculpas por insistir en cosas rarísimas que quizá nunca hayáis oído en un foro o un libro de Magia: manicura, dentadura, personalidad marcada, seguridad y firmeza en la voz, movimientos elegantes de las manos, pulcritud de los objetos... Hasta un corte de pelo a la moda y bien peinado puede ser el 70 % del éxito de un mago, estoy convencido. (Y ni os cuento de los zapatos. ¿Sabíais que de las cosas en que más se fijan es en los zapatos, por encima incluso de las manos, la voz y el culo? Cuidad el calzado al actuar, no va de coña).

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Bueno, pues aquí va el comentario revolucionario: si queremos ser buenos magos, tenemos que aprender a hacernos la manicura o que alguien nos la haga. Sé que para algunos, "manicura" suena a chica, pero se la hacen muchos hombres, porque no estoy hablando de pintarnos las uñas de rojo sino de llevar las manos cuidadas. (Hablo ahora para los magos; las magas, supongo que ya domináis todo esto).

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Yo no tengo ni idea. He buscado en algunas páginas y me salen conceptos en chino, como Peeling de arrastre, loción premanicura, espátula, quita-cutículas, esponja pómez... Yo sólo me sé uno: cortauñas, y la limita que lleva incorporada. :lol:

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Sin embargo, aunque no sé nada del tema, existe un camino infalible: vayamos a una peluquería masculina (la próxima vez que nos corten el pelo, por ejemplo) y pidamos servicio de manicura, que lo hay en muchas. Y que la chica que suele haber para estos servicios nos haga la manicura. Y que le preguntemos qué tenemos que hacer para cuidarnos las uñas entre manicura y manicura, es decir, cómo cortárnoslas y si hay que limarlas de alguna forma o con alguna lima especial o darles algún tipo de tratamiento. Y también cada cuánto tiempo tenemos que ir a que nos haga la manicura. Eso no falla, acudir a un profesional.

También podemos hacer una llamada: si hay alguien entre los dameros que sea esteticista o simplemente que sepa hacerse la manicura (que se la hacen muchos hombres, y seguro que entre vosotros los hay) que eche una mano (nunca mejor dicho) y que nos dé algunos consejillos (pero explicados para burros, porque yo no me entero de nada). También habrá magos cuyas novias o mujeres sepan de esto un montón, y hasta que sean esteticistas profesionales; podéis cededles el teclado durante un ratito, si es que nos quieren hacer el favor (a lo mejor les hace ilusión enseñar a 3687 tíos cómo cuidarse las manos). Gracias. :)


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#106190 por Daroca
02 Sep 2008, 00:48
Posdata: :) Y no quiero decir con lo anterior, que las espectadoras se fijen exclusivamente en esos detalles, como considerándolas tontas o algo así, sino que se fijan en lo mismo que nosotros, pero además en todo eso y le dan mucha importancia. O sea, que puede que sean más completas.

De la misma forma, tampoco los hombres nos quedamos limitados al juego y también somos sensibles a todos estos aspectos (aunque es posible que algo menos que ellas :eyebrow: ); yo mismo, por ejemplo, últimamente me fijo mucho en voces, vestuarios, elegancia, sonrisas... a lo mejor es por haber aprendido a pensar en esta clave, pero le doy más importancia a la belleza de la presentación y a la estética visual del efecto que a la imposibilidad del mismo, a la perfección y dificultad de la técnica y a la construcción de la rutina. Y me alegro mucho de este cambio en mi percepción de la Magia. :grindance:

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